Oaxaperras surgió hace apenas un año tras el acoso que vivió una de sus integrantes y ante el poder de su agresor -un investigador reconocido de la UABJO-buscó alternativas en colectiva de cómo denunciar sin tener represarías.
“Al contarle el acoso que viví de parte de un profesor hizo rabiar a mis amigas, nos juntamos y creamos el bestiario, que es un libro medieval que muestra las características de una bestia, ahí fuimos adaptando, relacionando y encontrando avistamientos bestiales que eran una amenaza nuestra, así nació Oaxaperras”, explica ZorraBienPerra, una de las integrantes que porta una mascara de color café.
Por temor a ser agredidas y criminalizadas por esas “bestias”, que gozan de espacios de poder que favorece la impunidad, las integrantes ocultan su identidad, desde su nombre hasta su rostro portando mascaras y nombres de bestias como “Cachorra 1, cachorra 2, ZorraBienPerra entre otros nombres”.
Las Oaxaperras crearon un fanzine “rabioso” en al cual muestran la anatomía de los acosadores, pero eso no es todo, también cuentan con un mapeo bestial destacando el grado de peligrosidad dentro de las unidades académicas que conforman a la UABJO.
El fanzine se estrenó recientemente en el primer taller que impartieron en el encuentro feminista realizada en la UABJO, en la cual las mujeres pudieron visibilizar través del arte, con graficas y dibujos a sus agresores representados en “bestias”, y nombrarlos con identidades como “Academicus Rapiñiñero”, “Acechadorus Fotográfico”, “Saludeitor, además de poner su hábitat, modos operandi, frases comunes y peligrosidad, lo cual reafirma que la Universidad sigue siendo un espacio hostil para las mujeres.
“Crear el Fanzine rabioso, no fue nada sencillo, porque fuimos representando a estos agresores, a los acosadores, pero en forma de mostruo, la misma rabia e ira nos llevó a lograrlo y es increíble que en tan poco tiempo, vemos que muchas mujeres viven acoso o han vivido acoso alguna vez en su vida, lo cual demuestra que el machismo y el patriarcado siguen imperando”, dijo Cachorra 1, que se distingue con una mascara de color negro con nariz larga.
Oaxaperras trabaja de forma autogestiva y colaborativa, las jovenas reconocen que aunque no tienen capacitación para dar acompañamiento psicoemocional a las víctimas, sin embargo, creen que con el arte pueden colaborar para dejar de normalizar el acoso escolar .