La Inteligencia Artificial se ha vuelto un tema cotidiano con el surgimiento de diferentes herramientas para su aprovechamiento, sin embargo, aún estamos lejos de ver sus verdaderos alcances.
Un ejemplo es el descubrimiento que un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo hizo sobre tres componentes que podrían ser utilizados para combatir distintas enfermedades degenerativas como el cáncer.
Detrás de este hallazgo, el cual se hizo a través del uso de Inteligencia Artificial, se encuentra una mente mexicana: Vanessa Smer Barreto. Originaria de Ciudad Victoria, Tamaulipas, la joven investigadora es parte del Instituto de Genética y Cáncer, así como de la Escuela Informática de la Universidad de Edimburgo.
Junto a la tamaulipeca, los nombres que aparecen en la autoría de la publicidad: Andrea Quintanilla, Richard J. R. Elliott, John C. Dawson, Jiugeng Sun, Víctor M. Campa, Álvaro Lorente-Macías, Asier Unciti-Broceta, Neil O. Carragher, Juan Carlos Acosta y Diego A. Oyarzún.
En entrevista con Infobae México, Vanessa Smer Barreto explicó los alcances de su investigación, los ahorros y tiempos, el arriesgado e innovador uso de la Inteligencia Artificial y lo que viene después de este descubrimiento.
El estudio realizado en la Universidad de Edimburgo analiza el comportamiento de células que están vivas pero no se multiplican.(Cortesía)
Para entender el descubrimiento primero se debe comprender qué son las células senescentes. Smer Barreto las define como una células que están vivas pero que no se multiplican, todos las tenemos y son fáciles de identificar, tan sencillo como un lunar, que está compuesta por células senescentes.
Sin embargo, estas células aparecen en muchos padecimientos como la artritis, la diabetes y varios tipos de cáncer. “Cuando se acumulan (las células senescentes) traen problemas, hacen que los pacientes con estas enfermedades tengan menos oportunidades de sobrevivir o que la condición de salud se deteriore rápidamente”, explicó la investigadora.
Para combatir a estas células senescentes y mejorar la calidad de vida de los pacientes, existen medicamentos senolíticos, los cuáles son muy novedosos y los cuáles son muy escasos. “Hasta el momento solo hay dos medicamentos que han llegado a análisis clínicos con seres humanos de este tipo”, aseguró Smer Barreto.
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Lo ideal -mencionó la doctora- sería encontrar más medicamentos senolíticos, pero esto lleva mucho tiempo, hasta 20 años, y bastante dinero, hasta un billón de dólares. Para ahorrarse ambos, Vanessa pensó en utilizar la Inteligencia Artificial.
“Lo que a mi se me ocurrió fue utilizar modelos de Inteligencia Artificial para encontrar estos senolíticos de una forma más rápida y también mucho menos costosa”, dijo la investigadora. “Hablé con un experto en senescencia, con otro experto en Inteligencia Artificial y uno más en el área de descubrimiento de drogas y formamos un equipo con el fin de encontrar estos senolíticos”, explicó.
Usando una database de 58 senolíticos y 2 mil 500 no senolíticos se definió el algoritmo para analizar 4 mil 500 componentes, que a su vez se redujo a 21, las cuales fueron llevadas a laboratorios para hacer experimentos, encontrando tres senolíticos que mataban a las células senescentes y mantenían vivas a las células normales.
Los componentes con ginkgetina, proveniente del ginkgo biloba; la periplocina, de la periploca; y la oleandrina, de la oleander, está última la más potente.
Estos componentes podrían ayudara a combatir enfermedades como el cáncer, particularmente el cáncer de pulmón, así como la osteoartritis, la diabetes y enfermedades virales como el COVID-19.
La planta del oleander de donde viene la oleandrina (Cortesía)
Uno de los pasos más complicados de utilizar la Inteligencia Artificial es confiar en ella, lo mismo ocurrió durante la investigación de Vanessa Smer Barreto, quien con un golpe de suerte supo que su algoritmo si funcionaba.
“Hicimos muchos chequeos para asegurarnos que los resultados fueran correctos, uno de los que más recuerdo ocurrió chequeando los algoritmos, yo tenía una molécula que me daba una probabilidad muy alta de ser senolítica, del 95%, y casi por error encontré una publicación que ya había descubierto que era un celulítico, fue el momento en que yo tuve confianza”, explicó la investigadora mexicana.
Para quienes usan la Inteligencia Artificial constantemente, Smer Barreto recomienda usar todos los sentidos y pensar lógicamente: “Si los resultados que el algoritmo te está dando son geniales, algo increíble, es probable que esté mal”.
Reuniones para los avances de la investigación (Cortesía)
Debido al éxito de la investigación, Vanessa Smer Barreto aseguró que se han conseguido más fondos para continuar con ella, crecer el equipo y hacer experimentos en tejidos humanos.
“Hemos logrado obtener algunos fondos para continuar investigando […] ahora vamos a incluir a un grupo de médicos del Instituto de Reparación y Regeneración de la Universidad de Edimburgo” comentó Smer Barreto.
La joven investigadora mexicana aseguró que en este instituto tiene acceso a pulmones de personas que donaron sus cuerpos, junto con los que comenzaran los experimentos.
Se trata de cinco pulmones, según explicó la doctora, quien aseguró que al extender los tejidos, un pulmón puede ser del tamaño de una cancha de futbol, por lo que tendrán mucho con qué trabajar.
“Si todo llega a salir bien, y al menos una de las drogas funcionan, entonces se podría empezar a pensar en aplicarse a pacientes”, concluyó Vanessa Smer Barreto.