En el Istmo se sembraron más de 76 mil hectáreas de maíz, de los cuales 21 mil hectáreas dieron cultivo: Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera.

Con mucha tristeza José Cruz Martínez, de 71 años, recorre su parcela de una hectárea y media. Observa que su cultivo de maíz zapalote chico -endémico en el Istmo de Tehuantepec- no creció y se secó por falta de lluvia que ha provocado la crisis climática este año.

En México hay 64 especies de maíz y este 29 de septiembre, Día del Maíz, para José es una celebración distinta, pues su cultivo está siniestrado.

“Sin maíz no hay país, pero también sin agua no hay maíz”, dijo.

Con su sombrero y su machete, José, originario de Juchitán, ha cosechado maíz toda su vida, lo heredó de su padre. Este año, las pérdidas que registró son de más de 12 mil pesos que invirtió para su siembra.

“En esta parcela hacemos milpa, en medio de la cosecha del maíz, hay calabaza, melón, frijoles, y eso enriquece a la tierra, le da fortaleza, pero este año no hubo nada; las calabazas crecieron muy pequeñas, y de frijol no hubo nada”.

Y es que el maíz zapalote chico -“xhuuba huiini” en zapoteco- es el alimento principal de los pueblos del Istmo de Tehuantepecporque se preparan platillos tradicionales como el totopo, tamales, garnachas, bupu, atole, entre otros.

De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en el Istmo de Tehuantepec se sembraron 76 mil 347.90 hectáreas de maíz, de los cuales hasta el 31 de agosto, solo 21 mil hectáreas dieron cultivo, lo que significa que hubo una pérdida del 60%.

“Se siente muy triste recorrer los surcos y no levantar su cosecha, cada año nosotros hacíamos tamales, atole y cocíamos los elotes para comerlo con mis hijos y nietos”, explicó el campesino.

De acuerdo con la organización Tona Taati, dirigida por Tomás Chiñas Santiago, esta misma situación vivieron los campesinos del municipio vecino Xadani, que de acuerdo con el SIAP, de las 5 mil 650 hectáreas promedio, solo mil 621 hectáreas cosecharon, es decir una perdida de 70%.

“Es grave la falta de lluvia, la crisis climática cada vez está más cerca, y es que la esperanza siempre es la lluvia, el agua que alimenta al maíz, que lo fortalece, que lo hace crecer”.

La recomendación, recalcó, es que cada campesino contrate un “seguro por siniestro”, lo cual garantizará un recurso económico para seguir cultivando en los siguiente ciclos agrícolas.

Enfatizó que junto con campesinos y expertos han proporcionado un proyecto para el impulso del campo a través del programa del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, que beneficiará no solo al maíz, si no a cultivos como chile, mango, café y limón.

Estamos a la espera de la aprobación del proyecto ,esperemos se logre; se trata de impulsar el campo, de desarrollar más cultivos que beneficien al suelo”.

Mientras tanto, mujeres que realizan totopos -tortilla de maíz que se cocina a altas temperaturas en hornos de comixcal- señalaron que han tenido que recurrir a usar harina de maíz procesada, porque la escasez del producto ha provocado un aumento al costo de la tortilla.

“Estamos en una crisis alimentaria también, porque el maíz no dio mucho y eso nos preocupa, no queremos usar harina de maíz, porque los totopos ya no son iguales”.

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