La semana pasada, Shakira se presentó en los premios MTV Video Music Awards 2023 para rendir un show en vivo, interpretando sus mejores éxitos a lo largo de su carrera y algunos temas más recientes. Me di cuenta de que la reacción colectiva fue de sorpresa, en el mejor de los sentidos, pero no pude evitar preguntarme por qué estábamos tan sorprendidos ante sus pasos de baile, su capacidad para cantar y bailar en vivo, ser una showgirl, vaya, si estamos hablando de la mujer que hace tres años estaba protagonizando un Show de Medio Tiempo del Super Bowl junto a Jennifer Lopez.

El Dorado, el último álbum de Shakira, fue lanzado en 2017, después de ese año no volvió a estrenar ningún sencillo hasta 2019. Su historia musical desde 2020 hasta la fecha se basa en lanzamientos aislados, aunque muchos consideran su regreso oficial con la serie de canciones que comenzó con Te felicito, seguida de Monotonía, la sesión número 53 con Bizarrap, Acróstico y Copa Vacía, todas son colaboraciones y todas son un retrato de lo que ocurrió en su vida personal. ¿Es posible que el público haya olvidado la talla de artista que es en medio de los mordaces titulares de prensa sobre su separación y luego de varios años relativamente alejada de la música? Aunque la respuesta puede variar para muchos, su presentación en los VMAs es un buen punto de inflexión para decir con todas sus letras que Shakira ha regresado más fuerte que nunca, con toda la intención de reclamar su lugar como una de las artistas más versátiles de la industria.

Después de su show en dicha ceremonia, Shakira reveló que lanzaría una nueva canción llamada El jefe. No hubiera sido extraño si se hubiera tratado de un tema con ritmo urbano, pero la sorpresa vino para todos cuando publicó en su cuenta de Instagram que se trata de un lanzamiento en dueto con Fuerza Regida, la agrupación de regional mexicano que ya ha colaborado con otros artistas ajenos al género como Becky G y Myke Towers.

Solo el tiempo dirá si El jefe pertenecerá al largo listado de las mejores canciones de Shakira, pero algo es seguro: es una declaración de sus cualidades camaleónicas. La colombiana ‘no da puntada sin dedal’, como alguna vez cantó en Mariposas, esto quiere decir que ninguna de sus melodías con las que ha incursionado en múltiples géneros ha sido hecha al azar. Pero eso no es algo de tiempos recientes; puede que a muchos les sorprenda que Shakira haya decidido apostar por el regional mexicano, pero es una decisión que hace sentido con muchas de las que ha tomado a lo largo de su carrera.

El ejemplo más certero de esto se encuentra en la transformación que realizó después del éxito internacional que obtuvo con Servicio de lavandería (Laundry Service), el tercero de su discografía y el primero que realizó en formato bilingüe. Shakira pasó del pop y el rock a experimentar con un género que, en 2005, se encontraba en ciernes, el reguetón. La tortura, a dueto con Alejandro Sanz, representó la masificación de un ritmo que aún era de nicho y en el que ninguna mujer con el alcance de Shakira había incursionado. ‘Abrió una nueva etapa musical en mi vida, es una canción esencialmente reguetonera y el reguetón era una cosa muy local en Puerto Rico’, explicó la cantante en 2021 para Vogue México y Latinoamérica, ‘esta canción marcó una etapa porque empecé a involucrarme un poco más con los sonidos latinos y la nueva movida latinoamericana: lo que estaba pasando en Puerto Rico, en República Dominicana a nivel musical y todo eso lo quise llevar a una escala global, pero siempre haciendo una labor un poco antropológica de investigar lo que sucede en cada cultura’.

Es difícil saber si ahora la artista se volcará en la corriente del regional mexicano, pero es seguro que la decisión de hacer mancuerna con Fuerza Regida fue una muy bien medida. En mayo de este año, Billboard reportaba que Eslabon Armado y Peso Pluma ingresaron con Ella baila sola al top 5 de la lista Billboard Hot 100, la primera canción de regional mexicano en lograr este hito; en simultáneo, un X100to de Grupo Frontera y Bad Bunny, también entró al ranking dentro de las cinco primeras posiciones. Por otro lado, el hecho de que Peso Pluma haya tenido una actuación en los VMAs y haya conseguido nominaciones en tres categorías, también habla de la globalidad que está obteniendo un género que incluye otros subgéneros como los corridos, la banda, norteño, sierreño, mariachi y más.

Fuerza Regida es un grupo mexicoamericano, fruto de una ola de artistas que encontraron un lugar en la música mexicana con acentos urbanos, una tendencia nacida al norte de México, en la frontera con Estados Unidos. En una entrevista con Billboard, la agrupación expresó su deseo de expandirse hacia otros géneros, algo que ya han hecho previamente, pero no será extraño que colaborar con alguien como Shakira, los lleve a nuevos rincones del mundo. Y tampoco es extraño que la cantante abunde en el regional mexicano si consideramos que nuestro país le ha dado el concierto más grande de su carrera, con 210 mil personas en el Zócalo de la Ciudad de México en 2007 (un récord histórico en aquel entonces).

Claro que el rumbo que está tomando la barranquillera también ha tenido sus detractores en la sección de comentarios de todas las redes sociales donde se compartieron los adelantos de El jefe, y era de esperarse, la expansión del regional mexicano también ha tenido críticas de parte de los más conservadores, como en su momento ocurrió con el reguetón.

En El jefe, atrás quedaron las letras sobre desamor, apostando por una temática de desigualdad social. Junto al quinteto, Shakiracanta sobre la clase trabajadora que aspira a una mejor calidad de vida, con claras referencias a los grupos migrantes en su video musical, donde se le observa a bordo de un tren abarrotado en varias secuencias que son una representación de la red de trenes que transportan grupos migratorios, conocida como La Bestia. La colombiana incluso vuelve un poco a sus raíces en las que hacía crítica social, a la joven que cantaba acerca de una sociedad estandarizada en Pies descalzos; o sobre el desequilibrio de poder en Octavo día. Es muy consistente que el mensaje se difunda teniendo como vehículo un género que, si algo hace, es exponer matices de la realidad latinoamericana.

Aunque muchos no lo vean, Shakira sigue siendo esa artista cuyo sello ha sido siempre el de no temer experimentar. Shakira, la poeta de los 90, que fue llamada ‘la Alanis Morissette latina’ al apostar por un estilo musical por el que pocas mujeres apostaron en aquella década; Shakira, la de Laundry Service, que rompió la barrera del idioma; Shakira, la de Fijación Oral vol. 1 y vol. 2 que le dio un empujón necesario al reguetón en su camino a la globalización con temas como el ya mencionado La tortura y Hips Don’t Lie; Shakira la de El Dorado, el disco en el que exploró la salsa, el merengue, el vallenato… Es inmensa la lista de logros de la artista y cómo se relacionan con su transformación, pero si algo podemos aprender de cada uno de ellos y de su nueva colaboración con Fuerza Regida es que el menor de sus miedos es el de evolucionar.

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