El rostro cultural de Qatar más allá del Mundial

Además de sus grandes proyectos arquitectónicos en estadios, Qatar también impulsó la creación de museos para mostrar al mundo occidental otra de sus facetas durante la justa mundialista.

Para abrir sus puertas al mundo, Qatar lleva años pensando más allá de los goles.

   Aunque la candidatura para ser sede del Mundial de la FIFA llegó en 2012, los qataríes llevaban varios años preparando su presentación ante el mundo occidental.

   Desde 2005, el gobierno formó Qatar Museums (Museos de Qatar), una institución que se ha encargado de la creación de museos, la organización de festivales de fotografía y cine, y de garantizar que este país del Medio Oriente se convierta poco a poco en un destino para aquellos interesados en el turismo cultural.

   Con la Copa del Mundo como escaparate, las vitrinas artísticas de Qatar tienen una oportunidad sin precedentes para mostrarse al mundo.

   El Museo Nacional, el Museo de Arte Islámico, el Museo de Arte Moderno y el Museo Olímpico y del Deporte 3-2-1 son las perlas más brillantes que Doha y sus municipalidades cercanas pueden ofrecer a los visitantes que se quieran dar un descanso del bullicio del futbol, o que incluso planeen darse una segunda vuelta por aquel rumbo en un futuro no muy lejano.

   Cada uno de estos museos cuenta con colecciones curadas por especialistas de primer nivel, en las que la prioridad es generar una narrativa que guíe al público a conocer la historia de un país en las sombras, a conocer sus intereses y sus planes en el corto, mediano y largo plazo.

   Pero el arte no se limita a cuatro paredes. Por ello, Qatar Museums ofrece una variedad de obras públicas, una forma de llevarlas directamente a la gente. Calles, avenidas, parques, centros comerciales y hasta el emblemático mercado Souq Waqif son sede de esculturas que acompañan el húmedo paisaje de Qatar y con las que los transeúntes pueden interactuar en su día a día.

   En el desierto, instalaciones y propuestas de artistas como Richard Sierra, Ernesto Neto, Olafur Eliasson y Simone Fattal le dan otra dimensión al árido y arenoso paisaje.

   En los próximos 10 años, la intención de Qatar Musems, que preside la Sheikha Al-Mayassa, hermana del Emir Tamim bin Hamad Al Thani, es inaugurar entre 5 y 8 museos, incluidos proyectos que ya están en marcha como el Museo del Automóvil, el Museo del Niño, el Museo de Lusail y el Museo Art Mill, todos ellos como parte de un plan que pretende posicionar a Qatar como un paraíso turístico por su riqueza cultural.

 

MUSEO NACIONAL DE QATAR

El Museo Nacional de Qatar fue diseñado por el arquitecto Jean Nouvel, ganador del Premio Pritzker en 2008. Cortesía Qatar Museums.

En el Museo Nacional te espera una experiencia inmersiva que, mediante artefactos, audios, videos, música y actividades interactivas, te llevará de la mano por la historia de Qatar.

   El recorrido de 1.5 kilómetros tiene como objetivo generar en el espectador una visita multisensorial en la que se narra de manera cronológica la historia de Qatar. El trayecto inicia con el periodo anterior al que la península fuera habitada por personas hasta la actualidad, pasando por las diferentes formas en las que la sociedad que pobló dicho territorio forjó un estilo de vida, económica, política, religiosa y socialmente.

   Inaugurado en marzo de 2019, este museo cuenta, además, con un diseño inspirado en la rosa del desierto, icónica de Qatar, y que es obra del arquitecto ganador del Premio Pritzker, Jean Nouvel.

 

MUSEO DE ARTE ISLÁMICO

Panorámica del Museo de Arte Islámico de Doha. Cortesía Qatar Museums.
Vista de una de las salas del museo donde se exhiben lámparas y objetos de vidrio de manufactura egipcia y siria. Foto: Chrysovalantis Lamprianidi / Cortesía Qatar Museums

Manuscritos, cerámica, piezas de metal, vidrio y porcelana, textiles, maderas y piedras preciosas se exhiben en el Museo de Arte Islámico, uno de los primeros proyectos de Qatar Museums.

   Desde 2008 y hasta la fecha, el MIA se ha posicionado como un recinto donde se alberga una de las mejores colecciones de arte islámico en el mundo.

   Con una curaduría que abarca tres continentes y presume objetos manufacturados entre el siglo VII y el siglo XX, el MIA es uno de las joyas de la corona para el mundo cultural qatarí.

   Su reciente reapertura, en el otoño de 2022, lo convierte en una de las más grandes apuestas para atraer turismo con efecto inmediato.

   El diseño arquitectónico corrió a cargo del I.M. Pei, reconocido arquitecto estadounidense.

   A un costado del MIA se puede encontrar la Galería Al Riwaq, donde se realizan exhibiciones temporales.

 

MATHAF: MUSEO DE ARTE MODERNO

Entrada al Museo de Arte Moderno. Foto: Cortesía Qatar Museums.
«Majaz: Arte Contemporáneo» es una muestra temporal en el recinto que reúne las propuestas de jóvenes artistas del país árabe. Foto: Cortesía Qatar Museums

Ubicado en el corazón de Education City, Mathaf (Museo, en árabe), es la casa del arte moderno del país y pretende convertirse en el recinto del arte contemporáneo árabe.

   Con una exhibición permanente y galerías que invitan a jóvenes artista a exhibir su arte, Mathaf es uno de los museos más innovadores de Qatar Museums. 

   Desde 2012, en este recinto se han mostrado piezas de pintores y escultores ascendentes de origen árabe. Actualmente, la exhibición permanente cuenta con 9 mil obras de arte realizadas entre 1890 y el presente. 

   Además, Mathaf se concibió como un espacio en el que se promueve la creatividad y el aprecio al arte moderno, con el objetivo de inspirar a nuevas generaciones a crear y compartir su visión del mundo a través del arte.

 

MUSEO OLÍMPICO Y DEL DEPORTE DE QATAR 3-2-1

Exterior del Museo Olímpico y del Deporte 3-2-1. Foto: Cortesía Qatar Museums.

Para los amantes del deporte, el Museo Olímpico y del Deporte 3-2-1, ubicado en el Estadio Internacional Khalifa, es imperdible. 

   En su intento por abarcar todos los intereses de sus turistas, Qatar Museums ofrece una galería de 19 mil metros cuadrados en la que se exhibe tanto la historia del deporte moderno y su impacto en la cultura qatarí, como objetos invaluables de figuras del deporte mundial como Tom Brady, Michael Jordan, Manny Pacquiao y Lionel Messi, entre otros. 

   Guantes, cascos, playeras, galardones, cómics, zapatos y hasta monoplazas de Fórmula Uno conforman una colección que ningún aficionado al deporte debe perderse. 

   El recorrido inicia con el origen de las diferentes disciplinas deportivas alrededor del orbe, incluidos el juego de pelota y la pelota purépecha, en el caso mexicano, así como las bases que sentaron los deportes que hoy conocemos.

   Además, en el museo pueden observarse réplicas de las antorchas utilizadas en cada uno de los Juegos Olímpicos, afiches y mascotas de dichas justas.

   La exhibición temporal está dedicada a la Copa del Mundo, con una invaluable colección de artículos emblemáticos de ediciones anteriores, incluidos México 1970 y 1986. 

 

ARTE PÚBLICO

«El pulgar», escultura del artista francés César Baldaccini. Foto: Cortesía Qatar Museums.

Con El Pulgar como su obra insignia, debido a que se ubica en el corazón del popular mercado Souq Waqif, el arte público en Qatar se convirtió en otra de las formas de expresión que busca cautivar a los visitantes. 

   El Barco, a las afueras del Estadio Al Janoub, Maman, instalada en el Centro de Convenciones de Qatar, y The Challenge, ubicada en la Sala Multipropósitos de Lusail, son otras de las esculturas que conforman esta apuesta cultural. 

   Distintas piezas distribuidas a lo largo del país completan una colección sin principio ni fin, que tiene como objetivo llevar el arte a cada rincón de Qatar, incluido el desierto, donde la obra East to West, de Richard Sierra, se ha convertido ya en un atractivo turístico para quienes arribaron a tierras mundialistas con algunos días de anticipación. 

   Otros atractivos culturales en el desierto son obra de Ernesto Neto, Olafur Eliasson y Simone Fattal, cuyas piezas se mimetizan con la arena para dar otra dimensión a la inmensidad en el norte de Qatar. 

 

SITIOS ARQUEOLÓGICOS

La ciudad costera amurallada de Al Zubarah en el Golfo Pérsico forma parte de la lista de patrimonio cultural de la UNESCO. Foto: Cortesía Qatar Museums.

Al Zubarah, Ain Mohammad, Old Salata, Al Jumail y Al Rekayat son algunos de los sitios arqueológicos que Qatar ha preservado para mostrarle al mundo un pedacito de su historia. 

Mezquitas, fuertes, antiguas ciudades y mercados son los espacios de los que hoy quedan, en algunos casos, solo vestigios, y en otros, edificaciones que se han mantenido en pie a la mitad del desierto, principalmente al norte del país, hacia donde Qatar busca crecer, ya que el país ha centralizado sus intereses en Doha y sus alrededores. 

Por la corta extensión territorial del país, de apenas 11 mil 500 kilómetros cuadrados (equivalente al estado de Querétaro), visitar estas zonas arqueológicas también es una alternativa para el turismo cultural.

 

Y ALISTAN MÁS RECINTOS CULTURALES

Así lucirá el Art Mill Museum, comisionado al arquitecto chileno Alejandro Aravena. Se prevé esté listo en 2030. Foto: Cortesía Qatar Museums.

Aún después del silbatazo final, Qatar seguirá pensando en su futuro cultural. Junto con la apuesta por el arte público y la realización de eventos y foros como Qatar Creates, el gobierno local seguirá apostando por la apertura de museos que abarquen públicos de diversas procedencias.

   Un ejemplo claro es el Museo del Automóvil de Qatar, que se montará en el lujoso barrio de Katara, en un edificio donde actualmente se ubican oficinas operativas del comité organizador de la Copa del Mundo.

   En él se exhibirán vehículos que compitieron en Fórmula Uno o que fueron parte esencial en películas famosas, así como automóviles de colección, entre otras atracciones para los amantes del mundo motor.

   Diseñado por el ganador del premio Pritzker de Arquitectura, Rem Koolhaas, esta es una de las cartas fuertes de Qatar en su objetivo de convertirse en un destino cultural.

   Otro arquitecto galardonado con el premio Pritzker, el chileno Alejandro Aravena, es el encargado del Museo Art Mill, un recinto de arte moderno situado en una antigua fábrica de harina.

   Ambos proyectos exhiben actualmente un adelanto de lo que podrá verse una vez que se completen sus respectivas construcciones y remodelaciones.

   Mientras tanto, el Museo Dadu para Niños es el más joven y ambicioso de los futuros museos de Qatar, pues pretende convertirse en el centro artístico que promueva e inspire el arte en las futuras generaciones.

   Con 2030 como fecha límite para su inauguración, todos estos museos buscan convertir a Doha y sus alrededores en el epicentro cultural de Medio Oriente.

Las características de este elemento se enriquecen al conjuntar con platillos como el pozole blanco o rojo que Catalina Lucas, cocinera tradicional de Tlacolula de Matamoros, prepara con maíz pozolero, guajillo rojo, hierbas de olor, pimienta y carne de pollo y cerdo o antojitos como las chalupas, molotes, garnachas y quesadillas de flor calabaza, epazote y chile de agua.

“En Mo-Kalli acompañamos los platillos con salsa roja, guacamole, tostadas y tortillas de maíz criollo que nixtamalizamos para después cocer en comal de barro. “Son recetas típicas de las fiestas patrias, en Tlacolula las celebramos con los símbolos patrios, música mexicana y decoramos con papel picado de colores, además de la coronación de la reina de estas festividades”.

El chef Sabás Espinoza del restaurante Maguey y Maíz, prepara el pozole con maíz tostado en comal que integra a un caldo elaborado con chiles guajillo, chilhuacle, costeño, chile ancho rojo y carne de cerdo. “Es una versión de la mixteca que aprendí a cocinar con mi mamá, se fusionan diversos elementos y texturas que se acompañan con tostadas preparadas con maíz de Oaxaca.

El maíz es uno de los ingredientes que nos da identidad, destaca Sabás Espinoza, producto que también está presente en los antojitos que se cocinan al comal como los tacos con chorizo, quesillo y chapulines o las tetelas de chileajo con un toque de pulpo. “Nuestros platillos son el resultado del amor por nuestra tierra”.Tlayudas, mole negro, tacos de tasajo, tortas de chamorro o pozole verde y rojo son opciones que enaltecen el sabor de la cocina, “impulsamos la relación con los productores de la región; cocinamos con ingredientes locales que enriquecen el sabor de nuestras recetas; podemos disfrutar del mezcal y del platillo al mismo tiempo”, expresó Héctor Audiffred propietario de La Popular.

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Redacción: Pablo Tiburcio

Redacción: Pablo Tiburcio

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