La magia de Oaxaca se engrandece durante las festividades de Día de Muertos. Al tiempo que los altares se iluminan con el sutil fuego de las veladoras y las comparsas recorren las calles de los barrios.

La ciudad de Oaxaca se vistió de color para recibir a los fieles difuntos.

Aunque del colorido disfrutan los vivos. En el andador turístico, el sitio donde se concentra la mayoría de los visitantes, hay vistosas fachadas con motivos de Día de Muertos.

Están listos para recibir a los seres queridos en espíritu, pero la preparación la disfrutan más quienes todavía están en este plano terrenal.

Y es que después de dos años de pandemia, Oaxaca está listo para celebrar la temporada de muertos a lo grande.

Instalaron ofrendas, altares, hay personas que pintan caritas. Muchos visitantes recorren la ciudad con la cara pintada de calaverita o con diademas de flor de cempasúchil.

Además de que en este lugar se han concentrado la mayoría de las comparsas, que también le dan un toque de alegría a las calles.

Aunque la ciudad ha vivido en los últimos días una crisis por el cierre del basurero, el Oaxaca que transitan está un poco distante de esta problemática.

Desde la plazuela del Carmen Alto y hasta el Zócalo, el recorrido tiene adornos de la temporada.

En el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) instalaron un altar en memoria del pintor juchiteco Francisco Toledo, colocaron pan, chocolate y es uno de los más visitados.

El maestro Toledo falleció en septiembre de 2019, siendo uno de los pintores reconocidos internacionalmente por su obra, pero también por su legado.

Dulce, una de las persona que pintan los rostros, mencionó que son más los turistas que se acercan, también los niños que participarán en las comparsas.

Desde este viernes, las festividades de día de Muertos ya se hacen presenten en los  570 municipios de las ocho regiones de Oaxaca.

Las autoridades estiman que la derrama económica superará los 230 millones de pesos y que este 2022 recuperará lo perdido durante los dos años de pandemia.

Una festividad que revivirá la tradición y la economía ya se percibe en la ciudad de Oaxaca.