
La Central de Abastos de Oaxaca, considerada la zona comercial más importante y estratégica del estado, se ha convertido en escenario de una violenta disputa entre grupos de la delincuencia organizada que buscan controlar la venta de espacios, el cobro de cuotas ilegales y las rutas internas de distribución de mercancías.
En las últimas horas, un video difundido en redes sociales y cadenas de WhatsApp ha encendido las alertas entre comerciantes, autoridades y ciudadanos. En la grabación aparecen hombres armados lanzando amenazas directas contra Guadalupe Díaz Pantoja, reconocida lideresa sindical de la Confederación Libertad, a quien acusan de tener tratos con grupos delictivos contrarios y de ser responsable de actos violentos ocurridos dentro del mercado.
La difusión del video ocurre en medio de una pugna que se ha intensificado desde hace aproximadamente mes y medio, cuando —según denuncias de Díaz Pantoja— integrantes de los sindicatos CATEM Joven y ASASEO tomaron con violencia al menos 17 locales comerciales, entre ellos un acceso a un CENDI de la zona. De acuerdo con los testimonios, estas ocupaciones se realizaron utilizando armas de fuego, amenazas y agresiones físicas. La lideresa responsabilizó públicamente a Noé Jara, secretario municipal y hermano del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, a quien señala de estar implicado en una estrategia para despojar a comerciantes y sindicalistas opositores, facilitando la entrada de estos sindicatos afines.
Además del despojo de locales, comerciantes y locatarios han denunciado la constante presión por parte de grupos criminales que operan al interior de la Central de Abastos, exigiendo cuotas de “derecho de piso” a cambio de permitirles trabajar. También se han detectado operaciones de narcomenudeo, robos violentos y la presencia de “halcones” o vigilantes que informan a los grupos criminales sobre los movimientos de comerciantes, autoridades o posibles operativos.
La divulgación del video ha generado una ola de preocupación y temor entre los locatarios, quienes han comenzado a compartir advertencias en redes sociales sobre posibles enfrentamientos o actos violentos en los próximos días. Algunos incluso han sugerido vender únicamente por las mañanas o cerrar temporalmente los comercios hasta que las autoridades intervengan de manera efectiva.
En medio de este clima de tensión, la ciudadanía oaxaqueña exige una respuesta contundente y transparente de parte del gobierno estatal y municipal, ya que los presuntos vínculos entre funcionarios y grupos criminales solo agravan la percepción de inseguridad en la zona. La Central de Abastos, vital para la economía de Oaxaca, se encuentra hoy sitiada por intereses delincuenciales que buscan adueñarse de uno de los centros comerciales más grandes y concurridos del sureste mexicano.
Mientras tanto, comerciantes y habitantes de la capital mantienen la esperanza de que se logre restablecer el orden en la zona antes de que la situación escale a niveles de violencia aún mayores.