El Papa León XIV, primer pontífice estadounidense y miembro de la Orden de San Agustín, completó este domingo las formalidades que lo consolidan como líder de la Iglesia católica al tomar posesión de la cátedra episcopal en la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma. 

En una misa vespertina, el Papa expresó su compromiso con la diócesis romana y su deseo de ser un pastor cercano y humilde. Citó a San Agustín y al Papa Juan Pablo I, afirmando: “Ofrezco todo lo poco que tengo y que soy”. 

Antes de la ceremonia, León XIV fue recibido por el alcalde de Roma, Roberto Gualtieri, en el Capitolio. Durante su homilía, el Papa destacó la importancia de la ternura, el sacrificio y la escucha activa en su ministerio. Al finalizar la misa, impartió su bendición desde el balcón central de la basílica, saludando a los fieles reunidos. 

Posteriormente, el Papa visitó la Basílica de Santa María la Mayor, donde rezó ante el icono de la Virgen María “Salus Populi Romani” y la tumba del Papa Francisco. 

Con esta ceremonia, León XIV concluye los ritos iniciales de su pontificado, marcado por un llamado a la unidad y la reconciliación tanto dentro de la Iglesia como en el mundo. 

La Basílica de San Juan de Letrán, conocida como la “Madre de todas las iglesias”, es la catedral de la diócesis de Roma y ha sido el lugar tradicional donde los papas toman posesión como obispos de la ciudad. 

León XIV, nacido en Chicago y naturalizado peruano, es el primer papa con doble nacionalidad y el primero de la Orden de San Agustín en ocupar el pontificado. 

Su elección ha sido recibida con entusiasmo en diversas partes del mundo, reflejando su compromiso con la justicia social y la unidad de la Iglesia.