
El presidente Vladimir Putin ordenó este sábado a las fuerzas rusas detener toda actividad militar a lo largo de la línea del frente en la guerra de tres años hasta la medianoche del domingo, hora de Moscú.
En un gesto que buscaba simbolizar una pausa humanitaria durante la Pascua ortodoxa, el presidente ruso Vladimir Putin anunció el sábado un alto al fuego unilateral de 30 horas en Ucrania, desde las 18:00 horas de Moscú hasta la medianoche del domingo al lunes.
Sin embargo, las esperanzas de una tregua significativa se desvanecieron rápidamente, ya que ambas partes se acusaron mutuamente de violar el cese de hostilidades.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski denunció que, a pesar del anuncio ruso, las fuerzas del Kremlin continuaron con ataques a lo largo del frente. Según informes del ejército ucraniano, se registraron 59 bombardeos, cinco intentos de asalto y múltiples ataques con drones durante el periodo de la supuesta tregua.
“Rusia intenta crear una ilusión de alto al fuego mientras continúa sus operaciones militares”, afirmó Zelenski, quien también reportó bajas ucranianas en un ataque en Donetsk.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso acusó a Ucrania de violar la tregua mediante ataques con drones y bombardeos, asegurando que sus propias fuerzas respetaron el cese al fuego.
Ambas partes llevaron a cabo un intercambio de prisioneros durante este periodo, liberando a 243 soldados cada uno, incluidos heridos.
La comunidad internacional observa con preocupación la falta de avances hacia una paz duradera. Estados Unidos ha advertido que podría retirarse de los esfuerzos de mediación si no se logra un progreso significativo.
Mientras tanto, la población civil en las zonas de conflicto continúa sufriendo las consecuencias de una guerra que, a pesar de los gestos simbólicos, parece lejos de concluir.