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El Gobierno de Estados Unidos ha emitido un decreto en el que designa a ocho grupos criminales como organizaciones terroristas extranjeras (FTO) y terroristas globales especialmente designados (SDGT). Entre ellos, seis operan en México:
1. Cártel de Sinaloa: Conocido por su amplia influencia en el tráfico de drogas a nivel internacional, tiene presencia en estados como Sinaloa, Durango, Chihuahua y Baja California.
2. Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG): Reconocido por su rápida expansión y violencia, opera en Jalisco, Colima, Michoacán, Veracruz y Ciudad de México.
3. Cártel del Noreste (antes Los Zetas): Surgido como una escisión de Los Zetas, tiene presencia en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.
4. La Nueva Familia Michoacana: Activo principalmente en Michoacán y el Estado de México, este grupo ha sido implicado en diversas actividades delictivas.
5. Cártel del Golfo: Uno de los cárteles más antiguos de México, con operaciones en Tamaulipas y regiones cercanas al Golfo de México.
6. Cárteles Unidos: Una alianza de grupos criminales que operan en Michoacán, formada para contrarrestar la influencia de otros cárteles en la región.
Además, se incluyeron al Tren de Aragua de Venezuela y a la Mara Salvatrucha (MS-13) de El Salvador en la lista de organizaciones terroristas.
El objetivo de esta designación, según el Departamento de Estado de EE.UU., es “proteger a nuestra nación, al pueblo estadounidense y a nuestro hemisferio”. Esta medida permite al gobierno estadounidense aplicar sanciones más severas y utilizar herramientas adicionales para combatir a estas organizaciones.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha expresado su rechazo a esta designación, argumentando que podría vulnerar la soberanía nacional. En respuesta, ha propuesto reformas constitucionales para proteger la soberanía de México y aumentar las penas para el tráfico de armas hacia el país.
Esta acción ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países, ya que México considera que la designación unilateral de estas organizaciones como terroristas podría justificar intervenciones extranjeras no deseadas en su territorio.