Este viernes se alertó sobre un nuevo incendio en el tiradero clandestino que se ubica en la ribera del río Atoyac, sin embargo autoridades desestimaron otro siniestro, informaron que se trata de gases que generados por los mismos desechos.
Elementos de seguridad pública resguardan la zona, después de los constantes incendios provocados en los últimos días, sin que hasta el momento el Municipio de Oaxaca de Juárez haya hecho algo para evitar y solucionar la situación.
Es el mismo Ayuntamiento capitalino quien ocupa un área de la misma ribera como centro de transferencia de residuos, a pesar del llamado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) para evitarlo.
De acuerdo con especialistas, la quema a cielo abierto de basura municipal ocasiona la emisión de distintos contaminantes.
La basura genera dos tipos de gases: – Gases de efecto invernadero: estos gases son el metano y el dióxido de carbono, cuyas propiedades son retener el calor generado por la radiación solar y elevar la temperatura de la atmósfera.
Así como los gases degradadores de la capa de ozono, donde indican que hay productos que, por la naturaleza de su fabricación y por los agentes químicos utilizados en su elaboración, generan ciertos gases que desintegran la capa de ozono. Estos gases son conocidos como propulsores de aerosoles y se usan, por ejemplo, para el cabello, en algunas pinturas y desodorantes. Cuando los envases de estos productos son desechados a la basura se convierten en fuentes de emisión de estos gases.
Los gases contaminantes generados durante la quema de residuos tienen consecuencias sobre la salud humana y, en general, efectos sobre los seres vivos y los ecosistemas.
Los contaminantes del aire, tanto gaseosos como articulados, pueden tener efectos negativos sobre los pulmones.
Los residuos son la causa de muchas enfermedades, porque en ellos se multiplican microbios y otras plagas, como moscas, cucarachas y ratas.