El pasado 16 de julio organizaciones de la sociedad civil iniciaron con una serie de actividades que concluirán el próximo 24 de julio para promover la “Guelaguetza en la vida cotidiana” con el fin de devolver el significado “vivo y profundo” de esta festividad que se realiza cada año en Oaxaca.

En su pronunciamiento, el Espacio Estatal del Maíz Nativo de Oaxaca explicó que se decidió alzar la voz para hacer saber al mundo que la guelaguetza no es folclor, no solo es fiesta y baile, no son las bellas artesanías que ya no visten a los oaxaqueños porque ahora adornan al turista que puede pagarlas.

“La guelaguetza es nuestra forma de vida, no necesita practicarse en la canícula para evitar que alguien se moje”, aseguró.

Esta organización sostuvo que la “guelaguetza impuesta”, es decir, la que organiza el gobierno de Oaxaca, está hecha para acumular dinero y los beneficiados de esos recursos económicos son los hoteleros, restauranteros, transportistas, agencias de viajes “que tienen por objeto enriquecerse, nuestra Guelaguetza se hace sin dinero”.

“Es rebelde aunque no se lo propuso, es antisistémica y eso le duele al capitalismo, por eso la quiere desaparecer, de la cultura de los indios solo quiere lo bonito, lo que agrada al ajeno, lo que es para los propios está siendo sistemáticamente destruido”, aseguró.

También mencionó que para acabar con los indios en sus comunidades se imponen megaproyectos que lo único que pretenden es saquear la riqueza de la tierra para convertirla en dinero, aunque eso signifique destrucción de la naturaleza, enfermedad para los que allí viven, plantas, animales y personas, desplazamiento para los habitantes, porque su fuerza de trabajo la necesita el capital para que la deje en lo que ellos llaman fuentes de empleo.

“Frente al avasallamiento que se nos impone hoy hacemos el llamado a los pueblos de Oaxaca a que voltee para atrás, a que busque en los saberes antiguos para que recordemos cómo tiene que ser nuestro futuro, quién no conoce su pasado no sabrá hacia dónde caminar”.

El Espacio Estatal del Maíz Nativo de Oaxaca realizó una invitación a practicar cotidianamente la guelaguetza, “que es lo que nos hace gente, que es lo que nos permite disfrutar en común el trabajo y sus productos, porque la guelaguetza es esencia de comunalidad”.

Estamos en tiempos de guelaguetza, señaló, dice la propaganda, aunque muy poca gente se acuerda de la esencia.

“Ya solo unos cuantos indios comen guajes, para los turistas eso sería una comida exótica, quizá algunos restaurantes gourmet los ofrezcan en sus cartas, pero a un oaxaqueño promedio no le alcanza el presupuesto para adquirir eso”.

De igual manera acusó que se ha gentrificado la ciudad de Oaxaca y los que antes vivían en las vecindades del centro de la ciudad hemos sido empujados a las colonias de las orillas, donde no hay agua.

El agua que cae en la sierra y aparece en los manantiales de San Agustín, aseguró, es para los hoteles del centro, los hoteles o «de los nuevos colonizadores. Estamos en tiempos de guelaguetza, hay que ofrecer lo mejor a los visitantes, aunque los nativos tengan que migrar para conseguir el sustento”, finalizó.