Las disidencias sexuales de los pueblos originarios también conservan la comida tradicional “Mole de Chicatana”

Cultura

Las disidencias sexuales de los pueblos originarios también conservan la comida tradicional “Mole de Chicatana”

Por Diana Manzo

En los pueblos originarios, las mujeres en su mayoría son las encargadas de preparar los guisos tradicionales, pero Damián Gerardo, gay e integrante de la diversidad sexual de origen mixteco y zapoteco considera que las “disidencias sexuales” también lo hacen, un platillo que prepara es el “mole de chicatana/muli xindoco”, que elabora por herencia de su bisabuela, abuela y madre para conservar el origen de los hombres de la lluvia, como se conoce a los Ñuu Saavi (mixtecos).

Las chicatanas (xindocos) son hormigas gigantes que caen en la primera lluvia fuerte y los colectan los pueblos de la costa y la mixteca de Oaxaca para preparar delicias gastronómicas, como es el mole o tamal de chicatana, considerado un platillo caro, porque estos insectos son codiciados.

“Las hormigas comienzan a caerse con las fuertes lluvias, topan en las lámparas de luz, que pareciera que las electrifica y es cuando nosotros nos levantamos, después las ponemos en un comal y les echamos sal como conservador para que duren, este ritual lo conocen todos los que habitamos en esta zona, donde es tradicional disfrutar de las chicatanas”, expresa.

Desde su hogar en San Pedro Jicayán en la costa oaxaqueña, Damián de 25 años de edad preparar este guiso tradicional en cada temporada, y lo hace a través de un ritual que le enseñó su bisabuela, quién durante muchos años lo preparó para las festividades y mayordomías.

“Heredar este platillo como un manjar tradicional ha sido lo mejor y cada año lo disfrutamos, la gente de la costa y la mixteca ya saben que en la primera lluvia saldrán a colectar las chicatanas, una vez que lo pruebes, ya no puedes dejar de consumirlo”.

Comer este manjar que se prepara con insectos no es una comida cualquiera. Damián escoge con delicadeza cada uno de los ingredientes entre los que destaca la carne de puerco o armadillo, el chile costeño, la cebolla, el ajo y las hierbas de olor, sin olvidar de la manteca de puerto y los secretos que solo él y su familia conocer.

Para su preparación usa técnicas que le heredó su abuela, que es cocinar en el comal y fogón leña y la molienda a través del metate de piedra porque así quedará más sabroso.

“Es uno de los platillos tradicionales del pueblo mixteco, y es importante resguardarlo, siempre he creído a que a través de los rituales de las lluvias, los dioses Ñuu Savis, te dan agradecimiento por seguir resguardando el alimento, en este caso, la hormiga, como alimento de supervivencia y lo que hacemos es preservarlo a través de un platillo tradicional”, expresó.

***Desde la cocina se erradica la violencia contra las mujeres ***

El mole de chicatanas es de color anaranjado con un sazón agridulce, y para comerla se acompaña con tortillas elaboradas a mano.

Damián considera que romper los estereotipos de que solo las mujeres entran a la cocina, es una forma de erradicar la violencia de género.

“Prender un fogón y cocinar no debería ser cosa de sexos, pero eso lo hemos ido aprendiendo con el tiempo, a mi por ejemplo les extraña verme cocinando, piensan que ser cocinera tradicional se debe a un género, cuando es una actividad que cualquier persona puede realizar”.

Además, agrega que conservar un platillo tradicional es resistencia, porque es cultura y tradición.

En los pueblos de Jamiltepec, Pinotepa, San Juan Colorado y en la tierra de Damián, disfrutar el mole de chicatanas significa mantener viva una cultura.

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress