El expresidente Donald Trump ha ordenado suspender de forma temporal las redadas migratorias en sectores estratégicos como la agricultura, la hotelería y los restaurantes en Estados Unidos, debido a la preocupación por el efecto negativo que estas acciones estaban provocando en la economía y en su base de apoyo político. La información fue revelada por The New York Times, que obtuvo acceso a comunicaciones internas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

De acuerdo con el reporte, un correo firmado por el director interino de ICE, Tatum King, instruyó a sus agentes a detener cualquier operación de control migratorio en centros de trabajo agrícolas —incluyendo granjas, plantas procesadoras de carne y acuicultura—, así como en hoteles y restaurantes. La decisión se tomó después de que empresarios y líderes de estas industrias reportaran serias afectaciones por la detención de empleados migrantes, muchos de ellos con décadas de experiencia laboral.

El propio Trump, a través de su cuenta en Truth Social, reconoció que las redadas masivas estaban generando escasez de mano de obra en zonas rurales y turísticas, lo que afectaba las cosechas, la cadena de suministro y el funcionamiento de hoteles en temporada alta. Aunque su administración ha mantenido una postura firme contra la inmigración ilegal, en esta ocasión decidió frenar tácticamente las operaciones para evitar una crisis económica en sectores donde la mano de obra migrante es indispensable.

Según funcionarios citados por el medio, la suspensión es temporal y no implica un cambio de política migratoria a largo plazo. Las redadas se seguirán aplicando contra inmigrantes con antecedentes criminales graves o implicados en delitos como trata de personas, lavado de dinero o narcotráfico. Sin embargo, las acciones en centros laborales comunes quedarán en pausa mientras se evalúan sus efectos sociales y económicos.

La medida fue bien recibida por líderes agrícolas y hoteleros, quienes habían advertido que las deportaciones masivas estaban dejando campos sin cosechar y hoteles sin personal suficiente para operar. Organizaciones defensoras de migrantes, en cambio, señalaron que la suspensión confirma el daño humano y social que provocan este tipo de operativos y exigieron su cancelación definitiva.

Hasta el momento, no se ha emitido una orden ejecutiva formal ni un cambio legal, por lo que la decisión obedece a una instrucción directa del expresidente Trump a las autoridades migratorias, en lo que se perfila como un ajuste táctico en plena contienda electoral.