“Urge volver a la poesía y a la posibilidad de pensar que otro mundo es posible”: Nicté Toxqui

“La poesía es un acto de reparación”: Nicté Toxqui publica Sol Negro, un poemario sobre la violencia, la memoria y el gozo.

Ciudad de México.— Para la poeta veracruzana Nicté Toxqui (Orizaba, 1994), la poesía no solo es un ejercicio estético, sino una herramienta de sanación. Así lo demuestra en su más reciente obra, Sol Negro (UNAM), un poemario que nace del dolor, la memoria y el cuerpo, pero que apuesta, sobre todo, por el gozo como forma de resistencia.

La poesía es un espacio pedagógico que permite atravesar el mundo”, afirma la autora, quien ha sido reconocida con los premios Dolores Castro de Poesía y Carlos Fuentes de Ensayo. En entrevista, comparte el proceso detrás de Sol Negro, un libro que comenzó a escribir poco antes de la pandemia, y que se fue gestando entre mudanzas, becas literarias y movimientos sociales como el #MeToo en el ámbito cultural.

“Me mudé a la Ciudad de México gracias a una beca de la Fundación para las Letras Mexicanas, y ahí descubrí una exposición con el mismo nombre que el libro. Empecé a pensar en lo que significa ser mujer en México y en Latinoamérica, y en cómo esa experiencia está atravesada por la violencia y el abuso”, relata.

Sin embargo, Sol Negro no es solo una cartografía del dolor. Toxqui subraya que uno de sus objetivos era incluir el gozo como un gesto de esperanza. “Al hablar de sanar, inevitablemente surge el gozo. Es una postura política. Si protegemos el gozo, tal vez podamos contagiarlo a otros cuerpos. Frente a la violencia, recuperar el deseo también es una forma de lucha”, afirma.

 

Desde su experiencia como poeta y docente de preparatoria, Toxqui observa cómo las historias amorosas de sus alumnas reproducen patrones de violencia. Por eso, dice, la escritura no debe verse únicamente como un acto individual, sino como un espacio colectivo y pedagógico. “Sol Negro me ayudó a entender que desde el lenguaje también es posible reparar algo”, señala.

El poemario también es un ejercicio de memoria, especialmente ligado a su historia familiar y a su origen en Veracruz. La autora explica que fue al dejar su tierra natal cuando adquirió perspectiva sobre el cuerpo propio y los cuerpos heredados. “Comprendí que el cuerpo tiene una historia que no empieza ni termina conmigo”, dice.

Además de su carga emocional, Sol Negro destaca por su búsqueda estética y su apertura a otros lenguajes artísticos. “Durante la pandemia regresé a Veracruz y viví un estado de contemplación. Empecé a hacer garabatos, colorear, tomar fotos. Eso también nutrió mi poesía. No tener prisa fue fundamental para que los poemas encontraran su ritmo y su universo”, comparte.

En tiempos marcados por la violencia de género, Toxqui insiste en la urgencia de volver a la poesía. “Mientras muchos dicen que el arte no sirve para nada, yo creo lo contrario. Necesitamos regresar a la poesía y a esa posibilidad de imaginar que otro mundo es posible. Aunque sea solo por un momento”.

Sol Negro no solo es un libro, sino un manifiesto íntimo que plantea que, incluso en medio de la oscuridad, aún es posible encontrar luz.

Comparte

Share on facebook
Share on twitter
Share on whatsapp
Share on telegram
La Tinta Oaxaca

La Tinta Oaxaca

Medio oaxaqueño de información y tendencias.

Mantente informado

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La mejor información de Oaxaca día a día. 

NewsLetter

Suscríbete y te haremos llegar la información directo a tu correo.

© 2021 La Tinta Oaxaca. Todos los Derechos Reservados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *