El gobierno de Oaxaca, en coordinación con la administración federal de Claudia Sheinbaum Pardo, anunció la reanudación del proyecto de la presa “Paso Ancho”, ahora renombrada como “Margarita Maza”. Esta obra, que había sido clausurada hace una década por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) debido a irregularidades ambientales y a la afectación de mil hectáreas de terreno forestal, será retomada con el objetivo de garantizar el suministro de agua potable a la zona metropolitana de Oaxaca de Juárez durante los próximos 40 años.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de manera total y temporal este proyecto hidráulico en 2014, debido a que no contaba con la autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). La clausura se produjo luego de que la Dirección General de Gestión Forestal y de Suelos de la Semarnat desechara dicha autorización, ya que la ejecución del proyecto “Cortina Presa Paso Ancho” afectaría una superficie de mil hectáreas. La solicitud había sido presentada por la Comisión Estatal del Agua del Gobierno del Estado de Oaxaca, pero fue rechazada porque el responsable de la obra “no presentó información técnica y documentación legal faltante”.

Ahora, tras una revisión y adecuación del proyecto para cumplir con las normativas ambientales vigentes, el gobierno federal y estatal han decidido reactivarlo, asegurando que esta vez se respetarán los estándares ecológicos y sociales.

El gobernador Salomón Jara Cruz informó que la construcción comenzará en agosto de este año y se prevé su conclusión a inicios de 2027. Con una inversión de 4,600 millones de pesos, la presa permitirá un flujo de mil litros de agua por segundo, beneficiando a aproximadamente 650 mil habitantes. El proyecto también incluye la construcción de un acueducto de 100 kilómetros para transportar el agua a las comunidades necesitadas.

Además de la construcción de la presa, el gobierno de Oaxaca ha implementado programas emergentes para el abastecimiento de agua, como la distribución mediante pipas, la instalación de hidrantes móviles y el reparto de tinacos. Con estas acciones, la administración estatal busca atender la crisis hídrica actual y garantizar el acceso al agua en el futuro.

El reinicio de este proyecto representa una de las estrategias más ambiciosas en materia de infraestructura hídrica en Oaxaca, con el objetivo de asegurar el bienestar de las próximas generaciones y enfrentar los efectos del cambio climático en la disponibilidad del agua.