
La cantidad de dueños de Tesla que optan por cambiar sus vehículos por modelos de otras marcas ha alcanzado su nivel más alto en la historia, según datos recientes de la firma de análisis automotriz Edmunds.
En marzo de 2025, el 1,4% de todos los automóviles intercambiados en concesionarios por otros de marcas rivales eran Tesla, un aumento significativo en comparación con el 0,4% registrado en marzo de 2024. Este incremento en la “tasa de abandono” de Tesla se produce en medio de un contexto complejo para la empresa, marcado por la caída en el interés de los consumidores y la creciente relación de Elon Musk, CEO de Tesla, con el presidente estadounidense Donald Trump.
Factores detrás de la caída en la lealtad a Tesla
Uno de los principales factores que explican este fenómeno es el descontento de algunos clientes con las políticas y posturas de Elon Musk. En los últimos meses, Musk ha estrechado lazos con la administración de Trump, lo que ha generado reacciones divididas entre los propietarios de Tesla. Su reciente nombramiento al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad creada para eliminar agencias federales y despedir empleados públicos, ha sido particularmente polémico.
Algunos clientes que originalmente compraron un Tesla por su enfoque innovador y sostenible ahora ven con preocupación la alineación de Musk con políticas conservadoras. Las redes sociales se han llenado de mensajes de propietarios expresando su intención de vender sus autos como forma de protesta.
Además del factor político, la competencia en el sector automotriz también ha aumentado. Empresas tradicionales como Ford, General Motors y Volkswagen han mejorado su oferta de vehículos eléctricos, atrayendo a clientes que antes solo veían a Tesla como la mejor opción. Modelos como el Ford Mustang Mach-E y el Hyundai Ioniq 5 han ganado popularidad entre expropietarios de Tesla.
Caída en la demanda y menor interés en Tesla
Otro indicio del declive de Tesla es la baja en la actividad de búsqueda de sus modelos en Edmunds, que ha caído a su nivel más bajo desde octubre de 2022. Esto sugiere que el interés por la marca está disminuyendo, lo que podría traducirse en una reducción de las ventas en el corto plazo.
A esto se suma la reciente caída en bolsa de Tesla, que ha afectado la confianza de los inversores. En respuesta, el presidente Donald Trump intentó respaldar a Musk inspeccionando modelos de Tesla en la Casa Blanca y anunciando su intención de comprar uno, pese a su conocida aversión a los autos eléctricos.
¿Hacia dónde va Tesla?
A pesar de estos desafíos, Tesla sigue siendo una de las compañías más influyentes en la industria automotriz. Sin embargo, la pérdida de clientes leales y el aumento de la competencia podrían obligar a la empresa a replantear su estrategia.
Los próximos meses serán clave para determinar si Tesla puede recuperar la confianza de los consumidores o si la tendencia de abandono continuará en ascenso.