El pasado 21 de enero de 2025, en un histórico encuentro realizado en el municipio de Chahuites, Oaxaca, los gobernadores Eduardo Ramírez Aguilar de Chiapas y Salomón Jara Cruz de Oaxaca suscribieron el “Convenio Marco de Coordinación y Colaboración Intergubernamental en Materia de Seguridad”. Este acuerdo tiene como propósito fortalecer las acciones conjuntas para combatir la delincuencia y garantizar la paz y el bienestar en las zonas limítrofes de ambas entidades.

El convenio se enmarca dentro de la Reunión de Coordinación Interestatal para la Construcción de la Paz y Seguridad, un esfuerzo liderado por ambos gobiernos estatales para atender la creciente problemática de inseguridad que afecta las regiones fronterizas, particularmente en los municipios colindantes. Entre las localidades prioritarias se encuentran Santa María Chimalapa, San Miguel Chimalapa, Santo Domingo Zanatepec, San Pedro Tapanatepec y San Francisco del Mar, en Oaxaca; así como Arriaga, Cintalapa, Tonalá y Pijijiapan, en Chiapas.

Estrategias conjuntas y objetivos del convenio

El convenio establece una serie de lineamientos para la colaboración interinstitucional entre las fuerzas de seguridad de ambos estados, incluyendo:

• Intercambio de información estratégica: Se busca compartir datos relevantes sobre actividades delictivas para anticipar y neutralizar amenazas en tiempo real.

• Operativos coordinados en zonas limítrofes: Las corporaciones policiales de Chiapas y Oaxaca trabajarán de manera conjunta, con el apoyo de la Guardia Nacional, para realizar operativos de vigilancia, patrullajes y combate a delitos como el tráfico de personas, robo y extorsión.

• Capacitación mutua: Se prevé que elementos de seguridad de ambos estados participen en talleres y programas de formación para fortalecer sus capacidades en investigación y prevención del delito.

• Participación comunitaria: El convenio también incluye la implementación de programas de prevención del delito con la colaboración activa de las comunidades afectadas.

El gobernador Salomón Jara Cruz destacó que esta alianza es esencial para enfrentar los desafíos de seguridad en la región, una de las más vulnerables debido a su posición estratégica como corredor migratorio y de transporte de mercancías. “Este convenio representa un compromiso real con nuestras comunidades. No solo trabajamos para frenar la delincuencia, sino también para construir una cultura de paz y garantizar el desarrollo en estas zonas que históricamente han sido olvidadas”, señaló Jara Cruz.

Por su parte, Eduardo Ramírez Aguilar enfatizó la importancia de no permitir que las fronteras entre estados se conviertan en obstáculos para combatir al crimen organizado. “La seguridad de Chiapas y Oaxaca está interconectada. Al unir esfuerzos, estamos enviando un mensaje claro: no hay cabida para la impunidad. Vamos a proteger a nuestras comunidades y a devolverles la tranquilidad que merecen”, afirmó.

Reacciones y expectativas

La firma del convenio ha sido recibida con optimismo por parte de diversos sectores, incluidos representantes de la sociedad civil, líderes comunitarios y organismos empresariales de la región. Sin embargo, también hay quienes exigen que estas medidas se traduzcan en acciones concretas y efectivas, ante el temor de que el acuerdo quede solo en el papel.

Organizaciones de derechos humanos han solicitado que las estrategias de seguridad se implementen con pleno respeto a los derechos de las comunidades indígenas, quienes representan una parte importante de la población afectada en la zona. También han señalado la necesidad de incluir medidas de desarrollo económico y social para atender las causas estructurales de la violencia.

Contexto de inseguridad en la región

La frontera entre Oaxaca y Chiapas es una de las zonas más conflictivas del sureste mexicano, debido a la presencia de redes de tráfico de personas, narcotráfico y disputas territoriales. En los últimos años, la incidencia delictiva ha aumentado, generando un clima de incertidumbre y temor entre los habitantes de la región.

Este convenio marca un precedente importante, ya que es el primer acuerdo de colaboración interestatal en materia de seguridad firmado durante las administraciones actuales de ambos estados. Se espera que los resultados iniciales comiencen a ser visibles en los próximos meses, cuando las estrategias coordinadas se encuentren plenamente operativas.

Próximos pasos

Ambos mandatarios han acordado dar seguimiento al convenio mediante reuniones periódicas entre los titulares de las secretarías de seguridad pública de Chiapas y Oaxaca, así como la participación activa de representantes de las fuerzas federales. Además, se comprometieron a informar a la ciudadanía sobre los avances y resultados obtenidos.

Con esta iniciativa, Chiapas y Oaxaca buscan posicionarse como un modelo de colaboración interestatal en seguridad, reafirmando su compromiso de garantizar el bienestar, la paz y el desarrollo en sus territorios.