El pasado 29 de diciembre, Karla Patricia Cortés Cervantes, una madre de 45 años, fue hallada sin vida tras recibir un disparo en la cabeza mientras trabajaba como conductora de una aplicación de transporte en la Ciudad de México. Su muerte deja huérfanas a dos jóvenes, una de ellas menor de edad.
Karla había salido de su domicilio en la Ciudad de México a las 13:30 horas de ese día para comenzar su jornada laboral, con la cual sostenía económicamente a su familia. Sin embargo, tanto su hija mayor, Brisa García, conocida en redes como @NastyBritch, como su hermana menor, de apenas 15 años, no supieron de ella hasta la madrugada del 30 de diciembre. A las 1:06, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) se comunicó con ellas para informarles del fallecimiento de su madre.
A través de redes sociales, Brisa ha solicitado justicia por el feminicidio de su madre. En un mensaje desgarrador, la joven escribió: “No solo le arrebataron la oportunidad a mi mamá de superar las adversidades de la vida, sino que a mi hermana y a mí nos arrebataron lo más importante que tenemos, nuestra mamá”.
El caso ha sido particularmente doloroso para las jóvenes, ya que, además de enfrentar la pérdida de su madre, no cuentan con el apoyo de ningún otro familiar cercano. Todo el proceso recayó en los hombros de Brisa, quien tuvo que encargarse de los trámites legales y del cuidado de su hermana menor. Ambas fueron entrevistadas por cuatro horas antes de poder identificar el cuerpo de Karla, el cual no les fue entregado sino hasta las 21:00 horas del 30 de diciembre.
La noticia ha causado indignación y repudio en la comunidad. Colectivos feministas y organizaciones civiles han expresado su solidaridad con la familia y han hecho un llamado urgente a las autoridades para esclarecer este crimen y llevar al culpable ante la justicia.
La vida de Karla, una mujer trabajadora y madre dedicada, fue apagada de manera brutal. Su feminicidio es un recordatorio del peligro constante al que se enfrentan las mujeres en un país donde, en promedio, diez mujeres son asesinadas cada día.
Brisa, quien ahora asume la responsabilidad de cuidar y sostener a su hermana menor, ha señalado que su madre no solo fue víctima de la violencia, sino también de un sistema que no protege a las mujeres. “Queremos justicia, no queremos que esto quede impune como tantos otros casos”, escribió en redes sociales.
Este caso se suma a la alarmante crisis de feminicidios en México, que sigue afectando a miles de familias. La exigencia de justicia para Karla Patricia Cortés Cervantes no solo busca honrar su memoria, sino también evitar que otras familias sufran esta tragedia.