Oaxaca, México. Ganaderos oaxaqueños afectados por el paso del huracán John recibieron este jueves una indemnización por parte de los programas de aseguramiento agrícola y pecuario, en un esfuerzo por mitigar los daños provocados por el fenómeno natural que azotó la región en septiembre pasado.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) informó que el pago total ascendió a 30 millones de pesos, distribuidos entre más de 2,000 ganaderos de las regiones del Istmo de Tehuantepec, la Costa y la Mixteca, las más afectadas por las intensas lluvias y los vientos del huracán.
Durante la ceremonia de entrega realizada en el municipio de Juchitán, autoridades estatales y federales destacaron que el apoyo se otorgó a través del Fondo de Atención a Desastres Naturales Agropecuarios (FONDAGRO), el cual busca proteger la economía rural en situaciones de emergencia.
“El impacto del huracán John dejó graves pérdidas en la producción ganadera, especialmente en cuanto a pastizales y cabezas de ganado. Este apoyo es clave para que nuestros productores puedan levantarse nuevamente y garantizar la seguridad alimentaria en el estado”, señaló el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, quien estuvo presente en el evento.
Pérdidas económicas y recuperación
El huracán John provocó afectaciones en más de 15,000 hectáreas de pastizales, así como la muerte de alrededor de 1,500 cabezas de ganado, lo que representó pérdidas superiores a los 50 millones de pesos para el sector pecuario.
“Estos recursos llegan en un momento crítico, ya que muchos ganaderos estaban al borde de perder sus hatos ganaderos. Ahora podrán invertir en alimento, infraestructura y reconstrucción de sus actividades productivas”, declaró Mario López, presidente de la Unión Ganadera Regional de Oaxaca.
Además de la indemnización, las autoridades anunciaron un programa especial de capacitación para ganaderos, enfocado en mejorar la resiliencia frente a desastres climáticos. Este incluirá talleres sobre gestión de riesgos, construcción de infraestructura resistente y manejo de pastizales en condiciones extremas.
Con esta acción, el gobierno reafirma su compromiso con los sectores más vulnerables del campo oaxaqueño, que constantemente enfrentan los estragos del cambio climático.