Oaxaca enfrenta una crisis de salud alarmante: la diabetes mellitus se ha convertido en la segunda causa de muerte en el estado, según los últimos datos de las autoridades sanitarias. Durante 2023, esta enfermedad fue responsable de aproximadamente el 15% de los fallecimientos, siendo superada únicamente por las enfermedades cardiovasculares.
La prevalencia de la diabetes en Oaxaca se relaciona con diversos factores, como los altos índices de obesidad, el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, la baja actividad física y las limitaciones en el acceso a servicios médicos, especialmente en comunidades rurales. A esto se suma la falta de diagnóstico temprano y el limitado seguimiento en personas que ya viven con la enfermedad.
Especialistas en salud han advertido sobre las graves complicaciones que genera la diabetes cuando no se controla adecuadamente: insuficiencia renal, ceguera, amputaciones y problemas cardiovasculares. Estas condiciones no solo afectan la calidad de vida de los pacientes, sino que también generan un alto costo para el sistema de salud pública.
Ante esta situación, el sector salud en Oaxaca ha intensificado los llamados para adoptar medidas preventivas. Campañas de concienciación, promoción de estilos de vida saludables, control del peso corporal y detección temprana son algunas de las estrategias planteadas. Sin embargo, los esfuerzos deben ir acompañados de políticas públicas que garanticen el acceso a medicamentos y tratamientos para quienes ya viven con la enfermedad.
El reto es enorme y requiere la participación de todos: gobiernos, instituciones de salud, sociedad civil y familias. La diabetes no solo es una cuestión individual, sino un problema que afecta a toda la comunidad.