El primer Gobierno de Izquierda en México llegó a su fin y algunos indicadores macroeconómicos dan cuenta de su desempeño en relación con gobiernos del PAN y del PRI:
El sexenio de López Obrador, en términos económicos, deja un balance de claroscuros. Entre sus indicadores más destacados está la reducción de la pobreza, en contraste, registró el menor crecimiento en lo que va del siglo.
Las estadísticas de la economía en tiempos de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pintan un escenario de claroscuros muy similar al de otros sexenios.
Uno de los principales brillos de la Administración que concluye es la disminución de 5.6 millones de pobres en el País, estadística que pasó de 52.43 a 46.8 millones de personas, de acuerdo con las últimas mediciones del Coneval.
En tanto que el lado oscuro del sexenio de AMLO será que fue el de menor crecimiento en lo que va del presente siglo.
De acuerdo con cifras difundidas por el Inegi y el consenso de estimaciones de especialistas en la materia para 2024, el crecimiento acumulado por la economía mexicana, medido por la evolución del Producto Interno Bruto (PIB), será de sólo 5.28 por ciento entre 2018 y 2024.
Esto significa que la generación de riqueza del país sólo creció a un ritmo de 0.86 por ciento cada año.
Esto contrasta con el primer sexenio del siglo XXI, el de Vicente Fox, cuando el PIB creció a un ritmo de 1.81 por ciento anual, con una tasa de crecimiento acumulada durante todo el sexenio de 11.38 por ciento.
Mientras que en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto las tasas de crecimiento, promedio anual fueron de 1.38 y 1.94 por ciento, respectivamente.
El avance económico de la Administración de AMLO fue severamente afectado por los efectos desastrosos de la pandemia de Covid-19.
En 2020, el año en que la actividad económica del País se paralizó por un breve lapso, se tradujo en una disminución del PIB de 8.35 por ciento por ciento respecto al año previo. Esta fue la peor caída de la actividad económica desde 1933.
Otro fenómeno destacable del Gobierno de AMLO fue la estabilidad y apreciación del tipo de cambio a lo largo de su sexenio.
Cuando asumió la Presidencia en diciembre de 2018, el dólar se pagaba a 20.37 pesos por unidad, mientras que en el penúltimo día de su Administración el precio de la divisa estadounidense se ubicó en 19.71 pesos en el mercado internacional de divisas.
El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita también es una historia oscura para la población.
Medido en pesos constantes de 2024, el PIB per cápita refleja la evolución económica del País en los últimos seis años, al presentar una disminución real 2.7 por ciento, respecto al nivel que tuvo en 2018, cuando se alcanzaron los 260 mil 901 pesos (de 2024) por persona, mientras que en 2024 el PIB por habitante fue de 253 mil 864 pesos.
La propagación del virus de Covid-19 a nivel mundial y local influyó para que el aumento de los precios de los bienes y servicios superara su ritmo de crecimiento histórico.
Así, mientras que en los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó a un ritmo de 0.39, 0.37 y 0.36 por ciento mensual, durante el periodo de AMLO se acuñó una inflación mensual promedio de 0.44 por ciento.
Los años 2021 y 2022 registraron las tasas de inflación anual más altas del presente siglo, al ubicarse en 7.36 y 7.82 por ciento, respectivamente.
Estos incrementos anuales del INPC, que alejaron a la inflación de las metas establecidas por el Banco de México, de 2 a 4 por ciento anual, respondieron en buena medida a la escasez de insumos registrada a nivel mundial, que tuvo un efecto inflacionario en casi todos los países del orbe.
Consecuentemente, el costo del dinero, expresado en el nivel de las tasas de interés reales de los Cetes a 28 días (tasa nominal menos tasa de inflación) se elevó considerablemente, al pasar de 2.72 por ciento al final del sexenio de Peña Nieto a 6.07 al término de la Administración de AMLO.
Este comportamiento de las tasas de interés tuvo un efecto directo en el costo financiero de la deuda pública, el cual pasó de 830 mil 516.2 millones de pesos (a precios de 2024) al término del Sexenio de Peña Nieto, a un billón 120 mil 668.7 millones pesos. Esto significa que por el alza de tasas, el costo financiero de la deuda pública se incrementó 34.9 por ciento, en términos reales, entre el fin del sexenio previo y el de AMLO.
Más allá de los efectos negativos en las finanzas públicas generados por el alza de tasas de interés, quienes invirtieron en papeles gubernamentales obtuvieron pingües ganancias durante un largo periodo.
De esta forma termina un sexenio casi como todos los vividos, con beneficios para algunos y perjuicios para otros.