Las cucarachas son lo último que una persona quiere ver dentro de su casa o jardín, pues además de ser desagradables a la vista y dar impresión de suciedad, también pueden propagar enfermedades peligrosas como el asma.

Los productos químicos usados para combatir esta plaga suelen ser altamente dañinos para las personas y las mascotas, sin embargo, existen otros remedios naturales (como algunas plantas) que ayudan a actuar como una barrera y las repelen.

Población de eucalipto en Galicia, España. (Carlos Castro – Europa Press)

El eucalipto, del nombre científico es Eucalyptus globulus Labill, es una hierba aromática fresca muy parecida a la menta, pero con un sabor amargo.

De acuerdo con un artículo del Ministerio de Salud de Perú titulado “Las plantas aromáticas que sirven de insecticida natural”, el eucalipto sirve como repelente para varios insectos, la cucaracha incluida.

La hoja de eucalipto contiene resinas que los insectos reconocen como altamente tóxicas para su metabolismo, por lo que el tener un poco de éstas en casa ayudará a que las cucarachas mantengan la distancia.

En otros casos también sirve emplear aceite esencial. Para hacerlo basta con dejar las hojas frescas en aceite natural ―de coco o almendras― dentro de un frasco y guardarlo durante dos semanas en un lugar fresco y seco; pasado ese tiempo se puede añadir vitamina E.

El laurel tiene diversas cualidades. (Gobierno de México)

El laurel no sólo es un gran aliado en la cocina, sino que también es un método natural para mantener alejadas a las cucarachas, así como a otras plagas como lo son los pulgones, las hormigas, las moscas, los mosquitos y las polillas.

Aunque su efecto no es mortal, el laurel servirá para que este tipo de insectos se alejen de tu hogar, pues el aroma de esta planta les resulta irritable lo que a su vez evita su propagación.

Aunque las hojas de laurel secas pueden mantener su esencia hasta un año, es recomendable usar hoja fresca para que el efecto sea más potente.

Para hacer el repelente basta con usar 150 o 200 gramos de laurel, las hojas deberán ser trituradas hasta hacerlas polvo y luego éste debe esparcirse en los puntos estratégicos en donde han sido detectadas las cucarachas.

Ramo de lavanda. (Shutterstock)

La lavanda es una de las plantas más usadas y es que además de ser un increíble aromatizante (en perfumes o suavizantes de telas) también tiene otras propiedades muy conocidas como disminuir el estrés o ayudar a conciliar el sueño.

Sin embargo, otro de los usos no tan famosos de esta planta morada es su potencial efecto para ahuyentar cucarachas y otro tipo de insectos que buscan refugio en casa para ocultarse del sol o de las bajas temperaturas.

Debido a las diversas presentaciones en las que se puede encontrar la lavanda es muy fácil recurrir a ella como por ejemplo al colocar macetas o floreros, al tiempo que se decora el hogar; también se puede usar un limpiador de piso con este aroma; o bien conseguir esencia y rociar por toda la casa o puntos estratégicos.

Hojas de albahaca. (Archivo Infobae)

Otra planta que además de ser un aliado decorativo sirve como repelente es la albahaca. Conocida también como hierba real, alhábega o basílico, esta planta aromática puede ser colocada en toda la casa, principalmente en donde haya ventanas o puertas.

Las cucarachas son portadoras de varias enfermedades. (Foto: Getty Images)

Las cucarachas se caracterizan por su resistencia y fácil reproducción, pero además representan un foco de infección que pueden causar varias enfermedades, afectando especialmente las vías respiratorias con la aparición del asma.

El asma es una afección en la que las vías respiratorias se estrechan e hinchan, lo que puede producir mayor mucosidad y, a su vez, la dificultad para respirar.

Para algunas personas, el asma es una molestia menor, pero para otras puede ser un problema considerable que interfiere en las actividades cotidianas, sobre todo porque no tiene cura.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las cucarachas también pueden ser transmisoras de la salmonelosis; provocar infecciones por estafilococo; propagar la bacteria E. coli; dar fiebre tifoidea y gastroenteritis, todas ellas al consumir alimentos contaminados por este animal.