El sistema IMSS-Bienestar dejó sin servicio de oncología y hemodiálisis al Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca (HRAO) a menos de un mes de que se concretó su traspaso para utilizar los recursos de los estados, lo anterior debido a que no se han realizado las licitaciones para la compra de insumos, medicamentos y servicios subrogados.
Ante esta situación, el hospital de tercer nivel ubicado en San Bartolo Coyotepec, en los Valles Centrales de Oaxaca, enfrenta un fuerte desabasto que le impide brindar servicio de calidad a un promedio de 130 pacientes diarios; incluyendo ambulatorios y hospitalizados, denuncian trabajadores de la salud.
Según el personal del hospital, la situación se ha agravado en las últimas dos semanas, y los trabajadores destinados a las áreas de oncología y hemodiálisis esperan para contar con insumos y atender a unos 10 pacientes que requieren quimioterapia todos los días y a unos cinco que podrían recibir hemodiálisis simultáneamente.
Según Omar José Pérez, secretario técnico del Comité Ejecutivo 96 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, el desabasto que vive el hospital es resultado directo de la transferencia al IMSS-Bienestar, pues con el traspaso de este hospital ahora le correspondería a dicho sistema realizar la compra de medicamentos e insumos para garantizar la atención médica a los pacientes de este hospital de más de 70 camas, más los pacientes que se atienden de forma ambulatoria.
“Ahorita no hay cómo atender a pacientes de quimioterapia, no hay medicamentos ni cómo darles tratamiento. Llevamos como una semana en esta situación grave, ahora podríamos estar atendiendo al menos a 10 personas”, dice.
En el caso del área de hemodiálisis, los pacientes deben pagar de manera particular los servicios, pues el hospital se quedó sin máquinas para realizarlo. Antes de ello, las familias debían comprar los medicamentos o insumos para que se les realice el procedimiento.
El área de hemodiálisis se paró desde el día 2 de febrero. Había dos máquinas, pero se terminó el contrato porque no se hizo la licitación, que ahora lleva el IMSS-Bienestar, y nos quedamos sin servicio de hemodiálisis y no hay para pacientes de urgencias u hospitalizados”, acusa el dirigente de los trabajadores.
Hasta antes de la transferencia, en el área de hemodiálisis de este hospital podían atenderse hasta a cinco personas al día, pero como todos los servicios subrogados del hospital no se han licitado, la unidad médica está operando al 70%.
“El IMSS-Bienestar no nos ha surtido el material necesario, lo que hay se está consiguiendo prestado al ISSSTE y a los servicios de salud del estado”, explica Omar José Pérez.
La situación ha escalado a tanto que al menos mil trabajadores, de base y eventuales, se declararon en “labores bajo protesta”, pues áreas como Urgencias no pueden parar, y responsabilizaron al IMSS-Bienestar por la falta de insumos y medicamentos.
Con enormes lonas a las afueras de este hospital que atiende casos de alta especialidad, también señalan que es falsa la promesa de la gratuidad en los servicios de salud y exigen que se garantice el abasto al menos para seis meses de insumos y medicinas para garantizar la operatividad, de lo contrario, dijeron, se declararán en “asamblea permanente”.
Dicha “asamblea permanente” en los hechos es un paro de labores, del cual ya están informadas las autoridades federales, afirman a Latinus. Los trabajadores de la salud recalcan que esta movilización es para garantizar la calidad en la atención, pues ni siquiera se pide algún beneficio laboral para el personal de salud.