En una búsqueda por recuperar el caudal de jugadores que supo tener en su momento, Fortnite lanzó el 3 de noviembre una actualización que trajo de vuelta al primer mapa del juego y algunas de sus armas más emblemáticas. La decisión sin dudas fue correcta ya que su desarrolladora, Epic Games, confirmó que el sábado 4 de noviembre el juego rompió su récord histórico de jugadores en línea.

Según los datos publicados por la empresa, tan solo ese sábado, ingresaron 44.7 millones de jugadores a disfrutar de Fortnite OG, una cifra increíble para la industria de los videojuegos. 

Cuando hablamos de Fortnite no solo estamos hablando de un battle royale de 100 jugadores que caen en una isla y deben sobrevivir sino que también de uno de los productos más relevantes a nivel industria de entretenimiento de los últimos años. Tanto es así que en el videojuego se realizaron recitales, proyecciones de películas y hasta conviven personajes de innumerables franquicias.

Fortnite salió en 2017 y fue una verdadera revolución en todos los ámbitos relacionados a los videojuegos. Streamers, creadores de contenido e incluso sitios especializados en videojuegos publicaban todos los días alrededor de la entrega. Cuando cada mínima actualización de un juego es noticia significa que estamos ante una producción muy relevante.

Fortnite, de Epic Games.

Si bien el título de Epic Games siempre mantuvo un buen caudal de jugadores, sí perdió gran parte de su relevancia en el último tiempo. Esto se debe a muchos factores como por ejemplo el agotamiento del género battle royale. Durante sus años dorados, no pararon de salir videojuegos con esta temática que no terminaron logrando sobrevivir. Hoy en día, los grandes exponentes que quedan son Apex Legends, Fortnite, PUBG, Warzone y Free Fire.

Por otro lado, la brecha entre jugadores casuales y aquellos que son más competitivos se agrandó haciendo que sea un poco más difícil conseguir nuevo público. Una de las principales esencias que define a Fortnite es su construcción y terminó siendo un arma de doble filo ya que por un lado fue una gran innovación pero por otra, terminó alejando a jugadores por la complejidad que puede llegar a tener.

Fortnite, de Epic Games.

Epic Games es consciente de esto y tomó distintas medidas en consecuencia como la inclusión de bots en las partidas para mejorar la experiencia de los usuarios más novatos y la creación del modo sin construcción que elimina por completo ese apartado del juego. El modo sin construcción fue bien recibido mientras que los bots trajo más controversia pero, al fin de cuentas, es una decisión entendible.

Finalmente, la mayoría de industrias del entretenimiento se encuentran en un momento de mucha producción y cada vez es más difícil mantener el interés y la atención de la audiencia. En este punto, también toma relevancia el factor pandemia que vivió el mundo entero con el COVID-19 que hizo que muchas industrias digitales como los videojuegos y el streaming crecieran un montón ya que la gente pasaba más tiempo en su casa, situación que decayó con el regreso a la normalidad.

Fortnite, de Epic Games.

Un dato importante a mencionar antes de finalizar es que durante la semana se conoció que la tienda Epic Games Store que creó Epic Games en 2018 debido al éxito de Fortnite, todavía no logra ser rentable para la empresa. Por este motivo, este nuevo impulso al battle royale puede analizarse también como una maniobra que busque potenciarla ya que todavía no pudo asentarse en el mundo de la PC.

Fortnite OG fue una decisión más que acertada por parte de Epic Games y sus números de jugadores lo avalan. Ya sea por nostalgia o por un interés real de volver a los primeros compases del juego, muchos usuarios están descargando nuevamente y disfrutando del título. El gran desafío que tiene la compañía por delante y, quizás, lo más difícil de lograr, será mantenerlos a lo largo del tiempo.