cumplirse más de un año del inicio de la llamada “Crisis de la basura” en la ciudad de Oaxaca y su zona conurbada, tras el cierre del tiradero de Zaachila que por años recibió los desechos de la capital y de casi una treintena de municipios más, este miércoles el gobernador Salomón Jara (Morena) por fin anunció que será en San Pedro Totolápam donde se construya el Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU).
La construcción de esta obra, con la que pretende atenderse la crisis que se desató en la capital por no contar con un lugar de disposición final de la basura, contempla una inversión de 600 millones de pesos y se realizará en una extensión de 30 hectáreas pertenecientes a esta municipio ubicación en el distrito de Tlacolula, en los Valles Centrales de Oaxaca.
Tras el anuncio, Jara agradeció a la comunidad y a las autoridades municipales por su disposición para la construcción de este centro de revalorización de residuos, puesto que anteriormente ya se había anunciado oficialmente que el CIRRSU se construiría en el municipio de Albarradas, lo que finalmente se canceló luego de que la población rechazó el proyecto y acusó que no fue consultada.
“Agradezco a la comunidad y a las autoridades de este municipio por su apoyo y disposición para acompañar los esfuerzos de nuestro gobierno. Una vez más, el diálogo y la capacidad de construir acuerdos con las comunidades rinde buenos frutos para nuestra gente”, afirmó el gobernador a través de redes sociales.
Jara Cruz aseguró que este centro “resolverá de manera integral y con una perspectiva a largo plazo”, el manejo de residuos sólidos urbanos en la zona metropolitana de Oaxaca, un tema que afirmó fue ignorado por gobiernos anteriores y que “ha puesto en gran riesgo al medio ambiente y a la salud pública de la población”.
“Vamos a hacer posible lo que otros gobiernos no pudieron o no quisieron” aseguró durante el anunciado oficial, y con ello dijo que su gobierno cumple su compromiso de “atender y solucionar uno de los problemas que más afecta y preocupa al pueblo”.
Datos oficiales indican que actualmente se generan alrededor de 850 toneladas diarias de residuos sólidos urbanos en la zona metropolitana de Oaxaca, mismos que desde hace un año no pueden ser depositados en un lugar adecuado tras el cierre del basurero de Zaachila. Esto, aseguró el gobernador, ha obligado a los principales municipios a realizar “grandes gastos para poder transportarlos a sitios autorizados localizados en otros estados, o bien a utilizar lugares inapropiados y sin condiciones adecuadas para manejarlos”.
Según el proyecto del CIRRSU, el Centro contará con tres instalaciones principales: una planta de separación, una planta de biofertilizantes y una celda de disposición final. La planta de separación generará cuatro corrientes de productos: materia orgánica, materia inorgánica vendible, combustible derivado de residuos y un rechazo.
Mientras que la materia orgánica será enviada a la planta para fabricación de biofertilizantes y los inorgánicos vendibles serán comercializados al mayoreo. A su vez, los combustibles derivados serán vendidos a la industria cementera y los residuos de dichos procesos serán los que sean colocados en la celda de disposición final.
“En la planta de biofertilizantes del CIRRSU, la materia orgánica será procesada para generar biofertilizante que será utilizado en los programas gubernamentales destinados al campo. En la celda de disposición final se dispondrá el rechazo de ambas plantas, el cual estará compuesto principalmente por inorgánicos finos o que no puedan ser comercializados por el momento”, se detalló en el anuncio.
Según Jara Cruz, se tiene planeado que la planta de separación y la planta de biofertilizantes sean construidas en su totalidad en un periodo de 1.5 años y que la celda de disposición final esté operando en tres meses. El gobierno de Oaxaca también aseguró que su construcción traerá beneficios sociales, económicos y ambientales de este proyecto, mismos que serán “visibles en pocos meses y nos permitirán reducir los riesgos sanitarios y dejar de depender de los tiraderos a cielo abierto”.
“La adecuada separación y el tratamiento sostenible de los residuos sólidos es un requisito fundamental para construir un futuro sostenible”, finalizó el mandatario en su anuncio.