Desde el jueves y durante todo el fin de semana, las salas de cine de Estados Unidos se han llenado de fans de Taylor Swift dispuestos no solo a ver su película, sino a bailarla, cantarla, hacerle fotos y participar en la experiencia festiva y colectiva que se ha convertido la exhibición del concierto The Eras Tour en las salas de cine. Y los números lo han demostrado. Tal y como ha comunicado la cadena de cines AMC, que se ha aliado con la cantante para distribuir su película, esta ha batido récords para un largometraje musical: ha logrado 92,8 millones de dólares (88 millones de euros) solo en EE UU y otros 30,7 (más de 29) del resto del mundo, con un total de 123,5 millones de dólares (116,5 millones de euros) en los 94 territorios donde se ha exhibido. Eso la convierte en la mejor película musical de la historia en la historia, superando a Never say never, de Justin Bieber, en 2011, que en total recaudó 99 millones; y en el mejor estreno, ganando a This Is It de Michael Jackson, con 74,25 millones en su primer fin de semana en todo el mundo, en 2009.
Además, el de Swift se ha convertido en el segundo mejor estreno de octubre de la historia de las salas de cine de EE UU, solo superado en tres millones de dólares por Joker, estrenada en 2019, y logra una de las mejores cifras de apertura del año en el país. Además, puede llegar a superarlo en los datos locales, porque faltan las cifras definitivas del domingo, que harían que esos 93 millones lleguen a 95 o 97. Lo que no logrará es superarla globalmente, porque el Joker de Joaquin Phoenix logró en total casi 250 millones de dólares (237 al cambio actual, sin ajustes de inflación; 284 ajustándola). Multitud de distribuidores y propietarios de salas de cine han declarado a la prensa especializada estadounidense que, con la huelga de actores muy presentey pocos estrenos potentes hasta ahora, The Eras Tour ha sido un enorme respiro para sus cuentas.
Este fin de semana las salas se han llenado de jóvenes vestidos al estilo swiftie que se han pasado las dos horas y media del largometraje de pie, bailando, cantando, gritando e incluso tomando fotografías y vídeos a las pantallas, con unas normas mucho más laxas que en una película habitual. A la entrada de las salas se han regalado pósters, y también han arrasado en ventas los vasos de plástico y los cubos de palomitas con la imagen de la cantante, agotados en multitud de establecimientos. La artista nacida en Pensilvania ha llevado a las salas de cine su exitosa gira de conciertos (ya ha dado más de medio centenar en EE UU y le quedan más de 100 por el resto del mundo durante casi todo el año próximo) pero también el ambiente que se respira en sus conciertos. Y lo ha hecho prácticamente en solitario. Ha contado con el director de cine Sam Wrench para darle forma de película y para acortar en media docena de canciones su show, pero no ha tenido más intermediarios. Únicamente se ha aliado con AMC para la distribución, sin contar con plataformas, productoras o publicistas. De hecho, apenas anunció su lanzamiento un par de semanas antes de que llegara a las salas, y no ha habido anuncios ni publicidad, más que la que hace su propia legión de fans.
El exitoso concierto se ha podido ver en unas 4.500 salas de cine de 94 países, y en muchos de ellos ha sido número uno de taquilla. Ha sido el caso de España, México, Colombia, Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Reino Unido e Irlanda, Francia, Italia, Alemania, Portugal y Australia. Hay países a los que aun no ha llegado, por estrategia o porque no le ha dado tiempo de pasar los filtros legales de calificación, como Brasil (donde, por ejemplo, aterriza el día 3 de noviembre y donde hay media docena de conciertos de Swift a finales de mes), Indonesia, Turquía, India o Corea del Sur, por lo que los próximos fines de semana seguirá habiendo buenos datos para la cantante. En algunos países, como Estados Unidos, la distribuidora AMC ha seguido la estrategia de que solo se pueda ver durante las tardes de jueves, viernes, sábados y domingos.
La propia Taylor Swift, de 33 años, acudió a la premiere mundial de su The Eras Tour el pasado miércoles en Los Ángeles, donde cerró un centro comercial y la docena de salas de su cine adyacente. La cantante se fotografió con docenas de fans y fue saludando sala por sala a los más de 2.000 presentes, que ella había escogido personalmente para estar allí, agradeciéndoles su apoyo durante estos meses de gira (empezó en marzo en Arizona) y también a lo largo de los 17 años que lleva haciendo música. “Siempre me lo he pasado genial haciendo esto”, contaba en una de las salas, donde estuvo presente este diario. “No me puedo creer que haya llegado a labrarme una carrera en la música, siempre me lo he pasado muy bien haciéndolo, pero nunca me lo he pasado mejor en mi vida que con The Eras Tour”. Sus fans parecen opinar lo mismo.