Cada año, la población mundial genera unos 350 millones de toneladas de desechos plásticos y México contribuye con alrededor de 5,7 millones. De continuar así, las cifras se triplicarán para 2040, según estimaciones del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Frente a este escenario, en febrero de 2022, 175 países comenzaron las negociaciones de un tratado mundial que tiene por objetivo frenar la contaminación por plásticos en 2024. Poco tiempo después, ese mismo año, México, participante de la negociación, empezó la elaboración del primer inventario de plásticos a nivel nacional, con apoyo del PNUMA.

Alethia Vázquez Morillas, doctora en Ciencias e Ingeniería Ambientales por la UAM- Azcapotzalco, profesora e investigadora, con más de 20 años de trayectoria en el tema de gestión de residuos y plásticos, fue elegida para encabezar la investigación que duró ocho meses.

En abril, el Gobierno mexicano anunció la publicación del Inventario Nacional de Fuentes de Contaminación Plástica. Difundió solo el resumen ejecutivo — está pendiente de publicar la versión completa — que ofrece un diagnóstico preocupante y retos enormes para las autoridades que tendrán que generar políticas públicas para reducir la contaminación por plásticos antes de que termine 2024.

Si bien Vázquez y su equipo lograron hallazgos importantes, también enfrentaron diversos desafíos como información desarticulada, fuentes poco transparentes y huecos de datos. México, explica la experta, carece de un sistema que permita homologar, comparar y dar seguimiento a información de distintas fuentes, como del Gobierno, la industria, la academia y la sociedad civil.

“El tema de los plásticos genera discusiones fuertes porque hay diferentes visiones e intereses. Por ejemplo, la industria está en contra de muchas regulaciones, algunas asociaciones están en contra de la industria, y a nivel del Gobierno el tema se politiza, y dificulta el avance”, dice la experta.

Pregunta. ¿Por qué es importante hacer un inventario de los residuos plásticos en el país?

Respuesta. Sabiendo qué plásticos tenemos y en qué proporciones, podemos analizar de dónde llegan y así plantear soluciones que se enfoquen en la prevención. No basta con limpiar los plásticos que están en la playa, lo más importante es controlar los fenómenos que están llevando a la contaminación plástica.

P. Dentro de la contaminación al medio ambiente, ¿qué importancia tiene el plástico a nivel global y en México?

R. Cada vez generamos más residuos plásticos porque consumimos más: estamos cerca de los 400 millones de toneladas anuales a nivel global y cerca del 50% se utiliza en la fabricación de productos de un solo uso, es decir que tiramos casi inmediatamente. Dentro de todos los residuos que generamos en México, el 13% son plásticos, de acuerdo con las cifras oficiales —que son bastante conservadoras—. Sin embargo, cuando analizamos la contaminación de residuos marinos, el 80% aproximadamente son plásticos. Son productos muy durables, muy ligeros y, por lo tanto, se pueden dispersar fácilmente en el ambiente.

P. Lleva años investigando el tema de residuos y plásticos. ¿Hay alguna información que realmente fuera desconocida para usted al momento de hacer el inventario?

R. Tuvimos claro que uno de los problemas más graves es la falta de recolección de residuos, que antes no habíamos cuantificado. En nuestro país, el 17% de los residuos que se generan—120.000 toneladas al día —no se recolectan. Hay más de 200 municipios que no cuentan con este servicio. Cada mexicano produce un kilo de residuos al día y 170 gramos no se recolecta. Son miles y miles de toneladas. Y de eso, al menos 13% son plásticos. La gente dispone de sus residuos como puede, no solo de los plásticos, de todos. Una de las grandes fuentes de contaminación plástica está ahí, en esa carencia de servicios.

P. ¿Qué pasa con los residuos que sí se recolectan?

R. Ahí está otro gran problema: la gestión inadecuada de residuos. Los sitios en donde los depositamos, en muchos casos, carecen de cualquier medida de mitigación de impacto ambiental o de control. Los residuos nada más se vacían ahí, se pueden quemar, se pueden volar o dispersar, y propician una transferencia de contaminación plástica a cuerpos de agua.

P. ¿De qué tamaño es el problema de la gestión de basura en nuestro país?

R. Solo el 2% de los más de 2.200 sitios de disposición de residuos en México pueden clasificarse de control completo, eso significa que se filtren los residuos, se compactan, que después se cubren, que los escurrimientos de agua se capturan y van a una planta de tratamiento, que el biogás se atrapa y se utiliza de alguna forma para producir energía. Ese es un sitio con control completo. Sin embargo, 50% de los residuos se depositan en sitios no controlados, que son la mayoría. Además, 11% de los sitios de disposición del país se encuentran cerca de la costa (a menos de 5 km), y el 92% de los mismos son “no controlados”.

P. ¿Desde ahí se da la transferencia a los océanos?

R. Sí, y desde ciudades que no necesariamente están en la costa, pero que llegan ahí a través de los ríos. Lamentablemente nuestros ríos actúan como medio de transporte para esta contaminación. En el inventario identificamos las cuencas que más residuos plásticos aportan al océano a través de los ríos: la cuenca del río Suchiate, del río Tijuana, del río Pánuco, del Río Verde y el Río Coatzacoalcos, entre los más importantes.

P. Al hablar de residuos plásticos por lo general se menciona el problema de los microplásticos. ¿Qué encontraron al respecto?

R. Los residuos dejados a la intemperie van a formar microplásticos. Son un desafío ambiental porque son partículas de cinco milímetros o menos, que son más móviles en el ambiente y es más probable que ingresen a las cadenas alimenticias. Tenemos un problema asociado a la falta de tratamiento de aguas residuales. Aproximadamente la mitad de las aguas residuales que se generan se descargan sin tratamiento, directamente al ambiente natural. En esos casos, la carga que puedan tener de microplásticos también va directamente al medio natural.

P. ¿Qué información no encontraron a lo largo de su investigación?

R. Fue muy difícil de encontrar lo que tiene que ver con el reciclaje. El reciclaje en nuestro país se hace acopiando residuos, y este acopio lo puede hacer el Gobierno o la iniciativa privada. Existe cierto registro de la actividad de acopio de residuos para reciclaje del Gobierno, pero no tenemos un registro completo de la que hace el sector privado — que es la mayor parte — o lo que hacen empresas formales y actores informales. La participación informal es muy elevada, algunos la han estimado en 50%, pero que no sabemos realmente cuánto es, cuáles y en qué condiciones.

P. ¿Y qué hay en cuánto a la participación del sector privado?

R. Las industrias están obligadas a elaborar planes de manejo en los cuales ellos aprovechen los propios residuos de sus fábricas, de sus procesos directamente. Por el lado de los productos que consumimos, las empresas deben ser corresponsables en generar procesos que permitan recuperar esos residuos y darles algún manejo adecuado, en especial tratar de que sean reciclados o valorizados de alguna forma.

P. ¿Lo llevan a cabo las empresas en México?

R. Se conoce como responsabilidad extendida del productor, es un principio de gestión de residuos que se aplica en muchos países, pero en México todavía no es algo que esté implementado.

P. ¿Qué industrias contribuyen más a la contaminación por plásticos?

R. Ya es algo identificado, son los tipos de productos que más generan fuga. Por ejemplo, la fabricación de bolsas, de tapas y de envases.

P. ¿Se han cuantificado esos residuos?

R. El problema es que no tenemos las cifras exactas dado que hubo huecos importantes de información por parte de la industria.

P. ¿Qué tanto ha avanzado México en la creación de normas y leyes en el tema de residuos plásticos?

R. Distintos estados y municipios han generado regulaciones sobre plásticos que buscan prohibir generalmente algunos plásticos y sustituirlos por biodegradables. Pero estas regulaciones las ha realizado cada entidad y no son compatibles en ocasiones, incluso algunas tienen errores de concepto importantes y eso dificulta su aplicación. También tenemos en discusión actualmente en la Cámara de Diputados dos leyes: la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, y la propuesta de una nueva ley que es la de Economía Circular. Sin embargo, después de un año, no se terminan de discutir por el Senado.