El Presidente pretende ignorar y minimizar las revelaciones de Guacamaya Leaks, pero la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) busca un resguardo informático y pide una millonada.
La Sedena admitió que sus equipos informáticos están en estado crítico y con rezagos que ameritan una inversión para el resguardo de información del Estado mexicano.
La Dirección General de Informática del Ejército solicitó 3 mil 900 millones de pesos para incrementar las capacidades de su Centro de Almacenamiento de Datos (CAD).
«(Existen) limitaciones en las tareas sustantivas, de seguridad nacional, seguridad pública, ayuda a la población para el cumplimiento de las misiones asignadas a las Regiones Militares», admitió la Sedena en su diagnóstico de inversión.
«Rezago tecnológico, que deriva en vulnerabilidades de seguridad que comprometen los servicios informáticos alojados en las bases de datos de la información, alto costo de mantenimiento y soporte para equipos obsoletos», expuso.
La infraestructura de tecnologías de la información, comunicaciones e industrial tiene un funcionamiento inadecuado, añadió en su solicitud de recursos.
Hace siete meses, la Sedena fue objeto de un hackeo cibernético por parte del grupo internacional Guacamaya, que extrajo información militar generada entre 2016 y septiembre de 2022.
Ello incluyó desde reportes de la salud del Presidente, el minuto a minuto del «Culiacanazo», transcripciones de intervenciones telefónicas e incluso, cartas entre mandos de la Marina y la Sedena que ya evidenciaban las pugnas que este mes fueron confirmadas en una nueva filtración al diario The Washington Post.
En su solicitud de inversión, firmada por el Coronel Celso Monjaraz, subdirector general interino de Informática de la Defensa Nacional, se advierte que requieren una arquitectura de tecnologías de la información.
«Actualmente, el servicio se califica como crítico, ya que no satisface los requerimientos en términos de capacidad, procesamiento, almacenamiento y de seguridad informática», alertó la Sedena.
El lunes pasado, una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) y de Fábrica de Periodismo reveló los millonarios viajes al extranjero del General Luis Cresencio Sandoval y su familia en jets del Ejército, hoteles de alta gama, comidas en restaurantes de lujo y visitas a museos y centros comerciales.