El plagio de cuatro estadounidenses en la ciudad fronteriza de Matamoros el pasado viernes a pleno mediodía escaló ayer como un serio conflicto de México con el Gobierno de Washington.
La Casa Blanca calificó de «inaceptable» el hecho y urgió a la presentación de los secuestrados y el castigo a los culpables.
Los principales medios y noticiarios televisivos estadounidenses dieron cuenta del plagio de los ciudadanos, originarios de Carolina del Sur.
De acuerdo con las familias de las víctimas, los jóvenes viajaron al municipio fronterizo tamaulipeco para que una mujer del grupo se practicara una operación estética.
Según CNN, los jóvenes -todos afroamericanos- habrían sido confundidos con narcotraficantes haitianos.
El FBI reveló el secuestro el domingo por la noche.
Ninguna autoridad mexicana había hablado del caso hasta que Estados Unidos reaccionó.
«Este tipo de ataques son inaceptables», advirtió ayer la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
«El Departamento de Estado y de Seguridad Interna también coadyuvan con las autoridades mexicanas y continuaremos coordinándonos con México y presionándolos para llevar a los responsables ante la justicia.
«Puedo decirles que el Presidente (Joe Biden) está al tanto», añadió.
El Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, acudió a Palacio Nacional para reunirse durante casi dos horas con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, sin darse detalles del encuentro.
Por la mañana, AMLO declaró que los estadounidenses entraron a México para «comprar medicamentos y hubo una confrontación de grupos y fueron detenidos».
Según dijo, el asunto «se va a resolver», pero no explicó cómo.
Un reporte de la cadena CNN, que citó a funcionarios involucrados en la indagatoria, indicó que los cuatro plagiados habrían sido confundidos con narcotraficantes haitianos.
Un funcionario declaró a CNN que no había datos de antecedentes penales de los estadounidenses y que recibos encontrados en la camioneta confirmaban que habían acudido a un procedimiento médico.
Madres de las víctimas identificaron a los jóvenes: LaTavia McGee, Shaeed Woodard, Zindell Brown y Eric James Williams.
Barbara Burgess, madre de McGee, dijo a ABC News que su hija viajó acompañada de su primo (Woodard) y dos amigos más y que le llamó para avisarle que ya habían llegado a Matamoros y que estaban a sólo 15 minutos de la clínica, donde le practicarían la cirugía estética.
«Después, (al llamarle) el teléfono se iba directo a su buzón de voz», agregó.
La madre de Brown aseguró a la televisora WPDE haber identificado el cuerpo de su hijo en un video que circula en redes donde sicarios cargan a las presuntas víctimas en una camioneta.
«Los estaban aventando a la camioneta pick up como si fueran perros muertos», dijo Christina Hickson, «y ése fue el momento más duro que he pasado hasta ahora».
Más de 72 horas después del presunto secuestro, Irving Barrios, Fiscal de Tamaulipas, y el General Sergio Chávez, Secretario de Seguridad del Gobernador morenista Américo Villarreal, al fin hablaron del tema.
Barrios dio información que ya había sido revelada por el FBI, indicando que el hallazgo de una credencial de una de las víctimas y las placas de Carolina del Norte -aunque los jóvenes residían en Carolina del Sur- de la minivan blanca de los estadounidenses dieron indicios del origen de los agredidos.
Desde el mediodía del viernes, cuando se dio la agresión, testigos reportaron que sicarios agredieron a la minivan y luego se llevaron los cuerpos de tres hombres, presuntamente fallecidos, y a una mujer herida.
También se reportó la muerte de una civil mexicana en la zona, que no fue mencionada ayer por las autoridades tamaulipecas.
Buscan a plagiados tras aviso de FBI
Elementos del Ejército, la Guardia Nacional, la Guardia Estatal, la Fiscalía de Tamaulipas y la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas desplegaron una búsqueda por tierra y aire.
Los efectivos se reunieron en el cruce de Lauro Villar y Primera, donde chocó la minivan blanca de los cuatro estadounidenses con otro vehículo tras ser baleada por sicarios el viernes al mediodía.
En ese sitio, de manera impune, los criminales subieron los cuerpos de tres hombres, presuntamente sin vida, y una mujer herida a una camioneta para luego escapar.
La céntrica zona se encuentra próxima a los tres puentes internacionales de Matamoros con Brownsville, y cuenta con farmacias y clínicas, muy solicitadas por los texanos por ser más económicas.
La Marina dispuso ayer de un helicóptero para buscar a las víctimas, mientras que en al menos 15 unidades terrestres realizaron recorridos por diversos sectores de la ciudad.
Además, se desplegaron filtros de revisión móviles por diferentes avenidas.
Tras las balaceras del viernes hubo una movilización de fuerzas federales y estatales que luego desapareció sin mayores resultados.
En tanto, la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) local pidió al Gobernador de Tamaulipas, el morenista Américo Villarreal, una reunión urgente en esta ciudad fronteriza para tratar los temas de violencia que se registran desde hace días.