Para Osvaldo Ortega fue más sencillo acceder a una prueba de Covid-19 que a una de influenza. Hace una semana comenzó con síntomas gripales intensos y en su trabajo le pidieron una prueba de coronavirus. Acudió a un consultorio de farmacia de la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, donde aplican tests de antígenos y resultó negativo. El médico le dijo que probablemente era influenza; pero en esa farmacia, por el momento, no tenían reactivos disponibles para aplicarle la prueba de detección.
Entonces fue al Centro de Salud «Dr. Atanasio Garza Ríos», en la colonia Doctores, y al Centro de Salud «Dr. José María Rodríguez», de la colonia Asturias, ambos en la alcaldía Cuauhtémoc. Tampoco encontró pruebas de influenza en esas clínicas.
Osvaldo fue a otra farmacia privada y no había. Por fin encontró en un laboratorio comercial, pero le entregaban los resultados cinco días después, debido a la alta demanda.
Este año, los casos de influenza han aumentado en comparación con los dos años previos. Hasta el 10 de diciembre de 2022, en México se registraron 4,536 casos positivos de influenza y 57 defunciones. Por ello, la demanda de pruebas de detección ha repuntado de nuevo en el país.
Sin embargo, el sistema nacional de salud no tiene capacidad para aplicar pruebas diagnósticas a toda la población con síntomas respiratorios.
“La vigilancia es un tema complicado porque, evidentemente, no hay capacidad para hacer pruebas de influenza, de covid y de otros virus respiratorios a toda la población que desarrolla síntomas”, explica en entrevista el doctor Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Riesgos Epidemiológicos y Emergentes de la UNAM.
Derechohabientes del IMSS también han encontrado dificultades para hacerse una prueba diagnóstica de influenza.
“Hoy fui a la clínica UMF N°34 DE @Tu_IMSS por un posible caso de influenza, ya que di positiva a una prueba rápida. La doctora me mencionó que ahí no me iban a hacer nada porque ellos no tenían pruebas de influenza”, difundió en redes sociales la usuaria Naila Maldonado.
El método del sistema de salud para aplicar pruebas de influenza
Ante la capacidad limitada para realizar pruebas de detección de enfermedades respiratorias, la Secretaría de Salud aplica el modelo de vigilancia centinela, es decir, establece 473 Unidades de Salud Monitoras de Enfermedad Respiratoria Viral (USMER), en las cuales se aplican pruebas de laboratorio.
«A veces, el acceso a nivel público está, digamos, un poco castigado por la situación de que tiene un precio. Y eso se tiene que cotizar, prácticamente, desde un año antes en la mayoría de hospitales públicos para tener esas pruebas», indica en entrevista el doctor José Luis Sandoval,vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax.
En general, sola a una de cada 10 personas con síntomas se les hace una prueba de detección de los virus más frecuentes, como influenza, SARS-CoV-2 o sincicial respiratorio.
Estos paneles de secuenciación suelen ser caros y por eso se hacen en pocos lugares, explica el doctor Samuel Ponce de León.
“Pero las instituciones sí deberían de tener, por lo menos, la capacidad de que, por cada determinado número de pacientes, estar vigilando cómo va ocurriendo la frecuencia de influenza y Covid-19”, menciona.
Batallar por una prueba de influenza afecta a las personas que requieren el diagnóstico en sus centros de trabajo.
Además, es importante saber qué virus es el causante de los síntomas respiratorios para indicar el tratamiento adecuado.
«Lo que ha pasado es que, como hay más acceso para las pruebas de covid, el clínico se auxilia en mandar la prueba de covid y, si los síntomas son muy grandes y el covid sale negativo, puede pedir una prueba de influenza o iniciar el tratamiento como si fuera el cuadro de influenza», explica el doctor Sandoval.
En los dos últimos meses, agrega el experto, ha incrementado también la demanda de atención médica por enfermedades respiratorias, lo que es común que suceda cada año en estas épocas.
«Pero estamos todos con las alertas para estar pendientes al comportamiento epidemiológico de las siguientes semanas, que se caracterizan por aglomeración de lugares, con lo cual puede haber un pequeño repunte a inicios del año que viene», apunta.