El máximo número de soldados, marinos y guardias nacionales -apostados en las fronteras mexicanas y otras líneas internas de contención-, se alcanzó en mayo con 28 mil 971 elementos, es decir, 21 mil 623 más que en enero de 2021, cuando el demócrata llegó el poder.
Además, entre enero y julio, el despliegue se ha elevado poco a poco.
El número de migrantes retenidos en México también se ha incrementado de manera exponencial a partir de la llegada de Biden.
Un reporte presentado en junio, en Palacio Nacional, revela que en 2021 fueron asegurados 34 mil 786 migrantes en la frontera norte de México, es decir, 96.93 por ciento más que en 2019, cuando el entonces Presidente Donald Trump lanzó sus amagos arancelarios.
Las cifras fueron aún más dramáticas en la frontera sur de México, ya que en el primer año de Biden fueron asegurados 237 mil 277 migrantes, lo que representa un aumento del 272 por ciento, en comparación con 2019.
En julio, la Sedena reveló que, por instrucciones presidenciales, se reforzaron los operativos migratorios.
Para ello, se elevó a cinco el número de líneas de contención a lo largo del territorio nacional y se incrementó en casi 80 por ciento el número de migrantes retenidos.
Los mapas de la dependencia refieren que líneas de contención están ubicadas en la frontera sur, la zona costera, el Istmo de Tehuantepec, la frontera con EU y una adicional en el centro del País.
Según los informes presentados al Presidente, en los operativos participan soldados de más de cinco zonas militares, entre las que se encuentran la 30, 31, 36, 38 y 39.
Tonatiuh Guillén, ex titular del Instituto Nacional de Migración, criticó que semantiene una política antimigrante militarizada, ineficaz, incongruente con promesas de la 4T y que sólo beneficia a los traficantes de personas.
«Al final no hay una disminución de los flujos, y, peor aún, ahora los mexicanos también formamos parte del flujo irregular a Estados Unidos», dijo en entrevista.