Intacta, guardándose por más de un milenio, un sepulcro mixteco resurgió con los estertores telúricos de septiembre de 2017. Después de un año de trabajos de conservación, por parte de un equipo inter y multidisciplinario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), La Tumba 1 de Loma Tendoma volvió a la tierra de la que vino, no sin antes revelar sus secretos y reencontrarse con sus descendientes, la gente de Santiago Tillo, en Nochixtlán, Oaxaca.
La Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural (CNPC) del INAH y la Embajada de Suiza en México, cuyo gobierno financió estas labores, dieron a conocer los resultados del proyecto de salvamento, documentación, estudio, conservación y protección del pequeño recinto funerario que, a modo de diorama, será reproducido en un espacio expositivo comunitario.
Fuente: INAH & Javier Zarza